Re: Raimundo Lulio frente al Islam
En una etapa histórica como es esta, marcada por el materialismo que considera que el Dogma de la Iglesia Católica es una "ideología", y por ello, relativista, estoy convencido de la necesidad de conocer al enemigo para poderlo combatir con eficacia.
Yo no tengo un Corán en casa, ni lo he leído, sinceramente me parece un tostón, pero si dispongo de un antiguo texto sobre el Islam y el islamismo. La lectura del Corán presupone que se ha de tener no sólo una "fe fortalecida" -pienso que todo aquél que se siente cristiano no va a ceder a la tentación de apostatar por leer el libro de Mahoma--, sino también la adecuada capacidad hermeneútica para interpretar lo leído y ello implica, por añadidura, un conocimiento cierto de la mentalidad y cultura musulmanas. Por tanto, no es una lectura desde una posición sino, usando una terminología actual, a tres bandas de modo sincrónico.
Es pues, más fácil, más sencillo y, desde mi punto de vista, más eficaz, el conocimiento de una civilización construida en torno a un libro, constreñida a él y absolutamente fanatizada. Y no debemos ignorar a "los amigos" que los musulmanes tienen en Occidente, ya que no siendo "muslims" ("creyentes") en si mismos, no dudan en entregarse voluntariamente y minar moral y socialmente nuestras naciones.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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