Celebración la del 20-N harto ambigua, por cierto, donde el recuerdo de la Cruzada, que es una cosa, se mezcla con el Franquismo, que fue otra; y ellas todas mezcladas a su vez con el Falangismo de Jose Antonio Primo de Rivera.
Me pregunto porqué la ambiguedad.
Sin el “San Jose Antonio Mártir”, muchos falangistas no acudirían a rendir homenaje a Franco, cosa que me parece coherente. Sin la Cruzada y el debido honor a los Caidos, muchos otros tampoco presentarían sus respetos a Franco. Luego, claro, están los nostálgicos del Franquismo, los que si echan de menos al Caudillo como tal. Lo más curioso es que es esto último lo que parece dominar el 20-N, no sólo por los actos en el Valle, sino por las convocatorias en torno a la Plaza de Oriente y por la significación de esta fecha, que comento más abajo.
Me pregunto por qué tenemos que tragar con el Franquismo por el hecho de rememorar la Cruzada y a sus Caidos, como si todo tuviera que ir en el mismo lote. en mi opinión, una cosa fue la Guerra y otra el régimen que resultó de ella, en el que además hay que distinguir varias etapas.
Resulta ilógico reinvidicar un régimen tan largo y lleno de contrastes como el Franquismo, por el mero hecho de que su Jefe de Estado (y a veces de Gobierno) fuese Generalísimo de los ejércitos vencedores en la Guerra.
Creo que, dada la manera como esta concebido el 20-N, nos encontramos ante lo opuesto de la "autonomía histórica", que es el lastrismo histórico.
Además, el 20-N representa cierta apropiación de la Cruzada por parte del Franquismo, que ya durante la propia guerra se apropió de la retórica falangista y de su lider-mártir, y que no realizó más que en ínfima parte los idearios de aquellos sectores más resueltamente combativos en la Guerra. Además, la Cruzada fue mucho más que Franco, y desde luego mucho más que Jose Antonio. Cada personaje debiera tener su conmemoración por separado, en relación a su figura y a su legado. Celebrar a Jose Antonio junto a Franco tiene bemoles, pues no fue la España franquista muy joseantoniana que digamos, retóricas aparte. Por otra parte, ua cosa son los líderes y otra la Cruzada en si; esto es como si recordando la Guerra de la Independencia, rindieramos culto no al levantamiento popular del 2 de Mayo, sino a los Generales Castaños y Espoz y Mina, por poner dos ejemplos.
Si se celebrara la Cruzada y se honrara a los Caidos como se debiera, la fecha oportuna no sería el 20-N, sino por un lado el 18 de Julio (cual 2 de Mayo de 1808); por el otro, el 31 de Marzo o 1 de Abril, según se viera más adecuado, para celebrar el fin de la Cruzada.
Y por cierto, eso del “fin de semana de nuestras vidas” suena a anuncio de un concierto de U2.
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