No conocía esta tesis.
Suena interesante, pero veo cosas deberían ser trabajadas. Como fue escrito hace 70 años, todavía peca de ciertos clichés decimonónicos.
¿Opiniones? Advierto que hay que distinguir la tesis de Henri Pirenne de los comentarios de acompañamiento del autor de la bitácora (quien la presenta). Entre estos últimos seguro que hay un par de frases que le chirrían a más de uno, e incluso alguna pequeña contradicción.
Fuentes: 1, 2 y 3.
I
La Caída del Imperio Romano es, fuera de toda duda, uno de los temas mas interesantes, desconcertantes y enigmáticos de la Historia, no por la destruccion del Imperio en sí, que hasta cierto punto no tiene nada de excepcional (¿cuántos imperios han caído? Todas las estructuras políticas son perecederas) sino porque significó la práctica extinción de la cultura y la civilización en el Hemisferio Occidental [?], un dramático retroceso económico, cultural y tecnológico generalizado, que por sus dimensiones y extensión, no tiene parangón en la Historia [?]. Hasta entonces -en general- el auge y declive de los muchos Imperios que en el mundo habían sido no había tenido como resultado una regresión universal [?] del proceso de desarrollo y evolución cultural.
La pregunta que surge, por tanto, es por que retrocedió tanto la Humanidad tras la caída del Imperio Romano. ¿Cómo es posible que miles de años de cultura se vieran borrados de un plumazo como consecuencia de unas invasiones que sólo afectaron a la mitad mas pobre y menos poblada del Imperio? Qué sucedió con el resto de países fuera del Imperio que no estuvieron sujetos a la invasión? ¿O con la otra mitad oriental del Imperio que nunca fue invadida?
Allá por mi época de estudiante universitario, tuve la ocasión de encontrarme en la Katholieke Universiteit Leuven un ejemplar de la obra maestra póstuma (ed, 1935) del egregio historiador belga Henri Pirenne: "Mahomet et Charlemagne". En ella, el "príncipe de los historiadores medievales" exponía la revolucionaria idea que había venido desarrollando durante toda su carrera académica.
Rompiendo con la idea tradicional gibboniana de que la caída del Imperio Romano y la consecuente oscura Edad Media [!] fue consecuencia de las invasiones barbaras, el genial Pirenne afirmaba la novedosa tesis de que la destrucción de la Cultura de la Antiguedad y la consiguiente aparición de la oscura Edad Media fue consecuencia de la inesperada y fulminante irrupción del Islam en la Romania Mediterranea.
Pirenne se basa en la idea de que la Romania era una civilización basada en el comercio e intercambio cultural en el Mediterráneo, que sólo desapareció después de que la conquista árabe convirtiera al Mare Nostrum en un lago musulmán donde los Cristianos "no podrían poner a flote ni un tablón" -Ibn Khaldun. Hasta la llegada del Islam, no había habido un salto cualitativo en la Romania Mediterránea -sólo en la poco romanizada Gran Bretaña y las regiones del norte cercanas al limes hubo una ruptura con el pasado-.
En el Occidens, las instituciones romanas, su civilizacion y su cultura continuaron existiendo en los países bárbaros en que se fragmentó la mitad del Imperio. Los bárbaros invasores eran demasiado pocos y profundamente romanizados, no entraron en el Imperio con la intención deliberada de destruirlo y sustituirlo por su civilización, sino de formar parte de él. A pesar del fuerte proceso de degradación cultural y económica, no hubo ningún cambio cultural esencial: Los reinos gobernados por los bárbaros conservaban el lenguaje, las tradiciones, las instituciones, y la religión de Roma, en suma, estaban absolutamente vacíos de germanismo. En la Italia de Teodorico, el senado romano todavía seguía efectivo y los cargos publicos eran ocupados por la intelectualidad clasica, como Boecio o Cassiodoro.
Y qué decir del Imperio Romano de Oriente, la mitad más rica, más próspera y más avanzada? A pesar de su caracter crecientemente Heleno, lo cierto es que en el Oriens no hubo ruptura ni institucional, ni política, ni social con el pasado. Allí las invasiones de los barbaros del norte se quedaron en Tracia y el Illiricum. Incluso las provincias orientales conocieron una epoca de gran bonanza económica de más de medio siglo, cuyo comienzo coincidió prácticamente con la destronación del último emperador. El ambicioso programa arquitectonico de Justiniano no es mas que una manifestación de esta bonanza económica, después de las vacas flacas de los siglos IV y primera mitad del V. Y Justiniano, el restaurador del Imperio, gobernó hasta el AD 565. Todavía en el AD 630, el Emperador Flavio Heraclio, fue capaz de contrarrestar la ofensiva sasánida y romper el mito de que "ningún Emperador sería capaz de llegar hasta Ctesiphon (~= Baghdad)", derrotando e invadiendo el Imperio Persa en su máximo apogeo militar, llevando sus tropas hasta el Canal de Nahrawan.
En definitiva, lo que nos dice Pirenne, es que el Mediterráneo de la víspera del Califato, -633AD- no era cualitativamente distinto al Mediterráneo de Trajano, y nada parecía anunciar la catástrofe: el colapso de esa comunidad de civilización que conocemos como Romania, que se extendía desde las Columnas de Hercules hasta Mesopotamia, la interrupción del proceso milenario de evolución social.
Es entonces cuando de las ruinas de la Romania limitánea surge una Europa fundamentalmente distinta, rural, cerrada al mar y al comercio, cultural y tecnológicamente atrasada y donde la Religión se confunde con el Estado: los Carolingios -o en España, el Reino de Asturias-, es entonces cuando da comienzo la oscura Edad Media -"Carlomagno jamás hubiera existido sin Mahoma".
Pero ese será el tema a tratar en nuestro próximo comentario, donde se hará una revisión crítica a esta revolucionaria visión de la Antiguedad Tardía.
II
En nuestro anterior artículo, comentábamos como la primera parte de la Tesis de Pirenne establece que la destrucción del Imperio Romano no fue a causa de las invasiones barbaras, ya que dos siglos despues, el Imperio continuaba:
- Continuaba institucionalmente en Oriente como Imperio Romano, con capital en Constantinopla y gobernando desde Ceuta hasta las orillas del Tigris.
- Y en las regiones perdidas ante los bárbaros continuaba cultural y socialmente en forma de Romania, la comunidad Romano-Cristiana.
La segunda parte de la Tesis nos explica que el Imperio Romano fue destruido por las invasiones musulmanas y las consecuencias que tuvo para Europa.
***
Recuerdo cierta vez en Petra, la conversación de asombro de dos turistas frente a la tumba conocida como "Monasterio" (en la foto): "Parece la fachada de St Paul's". Es increíble como los romanos llevaron la influencia de Occidente hasta un lugar tan recóndito". Cierto es los turistas siempre suelen hacer comentarios estúpidos, pero en la estupidez del comentario se esconde una verdad: la arquitectura del monasterio de Petra, con la imponente monumentalidad de sus órdenes, la austera serenidad helena de sus líneas rectas, la elegancia de su simplicidad clásica, podria ser la de cualquier edificio de la Europa Neoclásica. El problema está en que el Levante Helenístico es el original y nosotros somos los que recibimos la influencia.
La cultura clásica Grecorromano-Cristiana, es decir, lo que se conoce como cultura "Occidental", ha sobrevivido hasta nuestros días. Sin embargo, lo realmente inesperado, insólito, es que no haya continuado en Oriente Medio y Levante -su hábitat natural tras milenios de civilización y de siglos de tradición helenística- sino en el barbarizado, atrasado y poco romanizado Occidente Europeo, hasta el punto de tomar el nombre de "Occidental". Cualquier griego o romano de aquella época se hubiera visto asombrado de encontrar su arquitectura, cultura y religión no el Nilo o la costa de Siria, sino a orillas del Tamesis o el Elba.
***
En su Tesis, Pirenne afirma que la invasión árabe supuso el desplazamiento de la civilización occidental fuera del Mediterráneo -que, convertido en un lago musulmán, quedó vedado a unos cristianos "que no serian capaces de poner a flote ni un tablón", con la excepción del Adriático. Como resultado, la civilización Romano-Cristiana se vio bloqueada y finalmente obligada a asentarse en el patio trasero del Imperio Romano: el limes del Rhin, el interior de Europa, región tradicionalmente rural, poco poblada y atrasada, que había sido desromanizada tras las invasiones germánicas.
Así nace la Europa Medieval, fundamentalmente diferente a la Romania Mediterranea: una potencia interior, continental, cerrada, y de espaldas al Mediterráneo. Sin salidas al mar, al comercio, se vería obligada a vivir de sus propios recursos. El vínculo comercial y cultural con Oriente había sido bloqueado por el islam, y, como consecuencia, las regiones mediterráneas de Europa Occidental, otrora las más ricas y pobladas, pasaron a ser las mas pobres, las más desoladas, las más constantemente amenazadas por los piratas sarracenos contra los que una Europa volcada hacia su interior no tenía flota para combatir.
El declive económico y social se empieza a notar gradualmente en Europa Occidental con la desaparición de productos: a partir del siglo VII productos como el papiro, las especias o la seda dejan de conocerse. Como consecuencia del declive económico y comercial, el declive financiero: deja de haber constancia de préstamos. Y como consecuencia, la crisis monetaria hace presencia con la desaparición del acuñado de monedas de oro, para ser reemplazadas por la plata.
Este proceso culmina con la evolución de la Francia Merovingia en la Francia Carolingia, una restauracion nominal de la corona imperial de Occidente con insolita capitalidad en la remota Aquisgrán y sancionada por el Papa. Está claro que sin la efectiva destruccion del Imperio Romano de Oriente, el Emperador de Oriente jamás hubiera permitido semejante osadía. Pero la Cristiandad ya no giraba en torno a Constantinopla y el Papado se acogia al nuevo poder del Noroeste. En ese sentido: Carlomagno jamas hubiera podido existir sin Mahoma.
El eje de la Civilización Romano-Cristiana se desplazaba del Bósforo hacia el Noroeste, entre el Sena y el Rhin, y daba lugar a algo completamente distinto, un nuevo Imperio en el corazon de la Germania.
La tradición clasica había sido hecha pedazos, porque los musulmanes habían acabado con la unidad del Mare Nostrum.Y los bárbaros pueblos germánicos que hasta entonces habían jugado un papel de erosión de la Cultura Romana, iban a ser llamados a ser los restauradores de dicha Civilización, que como decíamos en la anécdota de Petra, iba a instalarse en el más imposible e inesperado rincon del Imperio, mientras que las tierras perdidas bajo el yugo del islam, con el paso de los siglos iban a ver a la postre su cultura clásica sustituida por el atraso y la pobreza.
III
Este tercer post de la serie trata de como el islam destruyó el Imperio Romano no centrándonos en el aspecto político -conquistas del Califato-, sino en el aspecto cultural.
Hace un par de meses, cierto oscuro funcionario al servicio del PSOE apoltronado a dedo en el sillon "V" de la Real Academia de la Lengua, afirmaba que "sin las Cruzadas y la Inquisición, sin la insidiosa Reconquista ibérica, podríamos haber asistido al florecimiento de una civilización mediterránea, ecuménica y no sincretista, en la que convivieran diversos legados de la cultura grecolatina". Desde luego hace falta una gran dosis de estupidez e ignorancia histórica para calificar al islam como "legado de la cultura grecolatina", cuando el islam borró esta cultura de África y Oriente Medio.
He aquí unas frases textuales de Henri Pirenne extraídas de su libro "Mahomet et Charlemagne" [prt. II, ch. 1] que narran como el islam acabó con el legado grecolatino. Frases que destacan por su actualidad, que parecieran concebidas para describir lo que sucede en la Eurabia de nuestros días. Sin embargo fueron escritas hace más de 70 años para analizar unos sucesos acaecidos hace 14 siglos. Compárenlas con los estupidos comentarios del Sr. Cebrián, y contemplen la diferencia entre el el genio y el cretino:
Nada puede ser más efectivo para comprender la expansión del islam que comparar sus efectos con aquellos de las invasiones germánicas [...] cuando el Imperio Romano, con sus fronteras penetradas, abandonó toda lucha, los invasores rápidamente se dejaron absorber y formaron parte de su Civilización, integrándose con la comunidad de la Romania.
La invasión árabe no tiene precedentes ni comparación en la Historia. La rapidez de su expansión solo es comparable a aquella con la que se establecieron los imperios de Gengis Khan o Attila. Pero mientras los imperios nomádicos de hunos y mongoles fueron efímeros, el Califato perduró durante siglos y su legado religioso persiste hasta nuestros días en practicamente todas las regiones donde fue impuesto por los primeros califas [con la excepción de Hispania e Israel].
El problema está en comprender cómo los árabes, que no eran más numerosos que los Germanos, no fueron, al igual que estos, absobidos por las poblaciones que conquistaron cuya civilizacion era muy superior [y su demografía también]. La unica respuesta a esta cuestión es que [...] mientras los germanos no tenían nada que oponer a la cultura del Imperio, los musulmanes fueron exaltados por una nueva fe. Fue esta -y solamente esta- circunstancia la que impidió su asimilación.
Islam significa "sumisión", Allah es el único Dios y es lógico que sus fieles entiendan como deber imponer la obediencia a Allah entre los infieles. Lo que les propusieron no fue la conversión forzosa, sino la sumision (esto se refiere a los pueblos del Libro -judíos, cristianos-, obviamente los politeístas -el resto- no tuvieron esa opción-)
Allá donde fueron adoptaron la cultura, el arte [...] e incluso las instituciones del Imperio, en tanto en cuanto les fueran útiles -las cultivarían por la gloria de Allah, para gobernar el Imperio no servían las tradiciones tribales. Pero hasta en esto diferirían de los germanos: allí donde fueron, ellos gobernaron. Los conquistados estaban sometidos: sólo ellos pagaban tributo y quedaban fuera de la comunidad de los creyentes. [...] La barrera era insuperable, no había fusión posible entre los conquistados y los musulmanes. Que diferencia entre ellos y Teodorico, que se puso al servicio de aquellos que conquistó y buscó la asimilacion de su pueblo por el Imperio.
No hubo propaganda, tampoco la presión ejercida por los Cristianos para la conversion tras el triunfo de la Cruz. El Coran condena la violencia para forzar la conversión [otra vez, esto es aplicable a los pueblos del Libro, el resto, no tuvieron esa suerte], sólo requiere obediencia a Allah, la obediencia debida del ser inferior, degradado y despreciable, que es tolerado, pero es considerado un paria. [...] Su fe no era atacada sino ignorada, y esta era la manera más eficaz de convertirlo, abriéndole así acceso al estado musulman [...] y al entrar en el, romper con su pais, su cultura y su gente.[Este párrafo pasado es falaz]
Hubo una clara ruptura con el pasado. Allí donde su poder fue efectivo, el islam no podía tolerar que nada escapara el control de Allah, por ello la ley romana fue sustituida por el Koran [la Sharia] y el Griego y el Latin por el árabe. Por decirlo de una forma gráfica, con la conversión al Cristianismo el imperio transformo su alma. Con la conversion al Islam el Imperio cambió tanto el cuerpo como el alma. El cambio fue tanto civil como religioso.
Con el advenimiento del islam un nuevo mundo se estableció en las orillas del Mediterráneo que hasta entonces habían conocido el sincretismo de la Civilización Romana. Se había producido una ruptura completa, ruptura que dura hasta nuestros días. Desde aquel momento, dos civilizaciones hostiles poblarian las orillas del ex-Mare Nostrum.
Última edición por Juan del Águila; 21/01/2009 a las 23:53
No conocía esta tesis.
Suena interesante, pero veo cosas deberían ser trabajadas. Como fue escrito hace 70 años, todavía peca de ciertos clichés decimonónicos.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Amén con eso (verbigracia: oscura Edad Media... entre otros).
Un reto: el que consiga unir las tesis de Pirenne y la de Olagüe en una sola y que tenga sentido, tiene 3 días para hacer lo que quiera en el foro sin ser expulsado
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Ah, ¿pero lo de Olagüe es una tesis? Yo pensaba que era la consecuencia de un cólico o de unas fiebres tifoideas...
LAS CIUDADES DE LA EDAD MEDIA: en su libreria Casa del Libro
En este libro se explica mas extendido las tesis.
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