¿Qué ha pasado?
No sé qué me ha pasado en el ordenador. Una vez encendido se despliega el escritorio en el que, a su vez, aparece el icono del navegador "Google", y cuando lo pincho se despliega una página en la que están todos los enlaces a diferentes sitios que son de mi interés, sin necesidad de tener que buscarlos cada vez. Bueno, pues lo que ha pasado es que han desaparecido como por arte de magia. Los he estado buscando y no consigo restaurar la situación anterior. Aunque sea cargándolos de nuevo ¿alguien me podría decir cuál es el procedimiento? Yo lo hice hace ya mucho tiempo y ya no me acuerdo, ni con botón derecho del ratón, ni izquierdo, ni arrastrando, ni nada de nada. Puedo ser torpe con estas tecnologías, pero cada vez escucho a más gente quejarse de lo mismo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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