Tema: Inmigrantes cobran a niños españoles por usar canchas deportivas

Inmigrantes cobran a niños españoles por usar canchas deportivas municipales

Redacción | Publicado el 11 Enero, 2010 | Esta noticia tiene 28 Comentarios
Un euro para poder jugar al fútbol en la cancha deportiva de un parque público de La Tenderina, Oviedo. Los vecinos del barrio denuncian que un grupo de inmigrantes cobra a los niños españoles para poder usar la instalación, situada entre el Palacio de los Deportes y La Tenderina.
Miguel Membiela, portavoz de la asociación de vecinos de La Tenderina, llegó hace unos días a las manos con uno de los inmigrantes que, asegura, ocupan la pista durante todo el día. «Le recriminé que pidiesen dinero a los niños y entonces me golpeó, me empujó y me arrojó contra un seto», relata. Una patrulla de la Policía Nacional, a la que llamaron dos vecinas, medió en el conflicto, que se saldó sin denuncia. «Pero cualquier día las cosas pueden ir a más», alerta Membiela.
Según informa La Nueva España, el portavoz vecinal asegura haber visto en multitud de ocasiones la siguiente operación: «Los niños del barrio están jugando al fútbol en la pista y entonces llegan los inmigrantes y les dicen que si no les pagan un euro no pueden seguir jugando, con lo cual los críos se tienen que ir».
El portavoz vecinal tiene miedo de que cualquier día el altercado que él tuvo con un chico de color vaya a más y se convierta en una reyerta entre vecinos del barrio e inmigrantes, «porque la gente está muy cabreada con la actitud de esos chicos».

cuando niño los gitanos nos querían cobrar un "impuesto" por pasar por su zona. Nosotros nos negábamos, y nos juntábamos para pelear y defendernos en grupo o evitábamos las zonas en las que se movían.

Hablé con mi abuelo y me comentó que él en sus años mozos también peleaba por lo mismo. En su calle con los de la calle de al lado. De manera que todo esto no creo que cuentas sea nada nuevo.

La diferencia quizás fue que nosotros fundamos un Grupo de Defensa contra los Gitanos para protegernos y hacer piña en aquellas trifulcas. Cuando en el instuto se enteraron de la existencia de aquel grupo, tuvimos que soportar la alarma de profesores y las charlas que nos tuvieron que dar sobre el racismo y coas así. Eramos crios y no entendíamos nada.