Los ayuntamientos son, en gran medida, responsables de este desmadre. Por recibir más dinero para sus arcas están dispuestos a empadronar al primero que se pase por el Consistorio. Y lo que es peor, dificultan el acceso a dicho censo a las Fuerzas de Seguridad, cuando para ellos supondría una fuente de información valiosísima.