Ya, es que verás, de lo "popular" de la tradición y de que sea de hecho una tradición es de lo que no se fian muchos. Y éste que te escribe ha investigado un poquito el tema. Por eso estaría muy bien que alguien aportara alguna vez algún documento anterior a la pastoral compuesta en 1955 por Pierre Bordazarre Echaun Iruri, o a la canción de 1981 de Benito Lertxundi, que demostrara que por lo menos tiene más de 50 años. Si apareciese reflejado en alguna parte eso no demostraría por supuesto la inverosímil historia de que una persona se ponga a cantar mientras lo van a ejecutar, pero algo es algo.Es lo que dice la tradición popular Juan del Águila, obviamente yo no estaba allí y desconozco cómo discurrieron los acontecimientos. Benito Lerchundi se limitó a recoger aquel testimonio tiempo después para convertirlo en canción.
Es que antes de que en 1981 la publicara Lertxundi no la conocía nadie. y cuando finalmente se populariza es cuando el DEIA en 1982 la publica como canto del siglo XVII. Canto que no aparece por ningún lado. No es por pasarse de desconfiado, pero que quieres que te diga, algunos estamos más que escamados de "tradiciones seculares" vascas que luego resulta que tienen 30, 50 o 70 años, de "nombres de siempre" que tienen como mucho 100, de símbolos milenarios que no aparecen antes de su importación en el siglo XVI, etc, etc. Es que con el nacionalismo estamos un poco escamados. Ya en los años veinte se dedicaban a publicar famosas falsificaciones de cartas de Zumalacárregui de las que nunca pudieron aportar el original, por supuesto. Y claro, cuando uno busca y rebusca y resulta que fuera de Lertxundi y Bordazarre no aparece el canto ni vivo ni muerto se pone mosca, porque conoce como se las gastan y lo poco que les tiembla el pulso a la hora de inventarse Arrigorriagas.
Por eso, y te lo digo sin ironía, de verdad te agradecería conocer las fuentes primarias de dónde estos bertsolariak sacaron el canto, porque no me fio de ellos y de su palabra ni un pelo, sólo hay que ver como recuerdan los nacionalistas el origen y el uso de las modernas pastorales suletinas:
No desde principios de los sesenta como dice éste, sino desde al menos los cincuenta.Crisis y recuperación de la identidad vasca en Iparralde: las expresiones festivas Igor Ahedo Gurrutxaga
La construcción del Estado y la crisis de identidad vasca
La temática de las pastorales también va a variar a medida que evoluciona la sociedad vasca; de esta manera, mientras que en sus orígenes se fundamenta en aspectos religiosos, a medida que se avanza en el siglo XVIII van a trabajarse temas de carácter histórico. De ahí que tras el triunfo de la Revolución, la pastoral asuma un carácter instrumental que permite el asentamiento de los valores revolucionarios en una sociedad fuertemente mediatizada por el clero. Sin embargo, a principios de los sesenta, de la misma manera que en el caso de las mascaradas, observamos una introducción de una nueva dimensión en la temática de la pastoral; temática que si bien en un primer momento se centra en hitos y personajes de la historia de Zuberoa (o a lo sumo de otras zonas de Iparralde), acaba extendiéndose al conjunto Euskal Herria. Se pasa, por tanto, de pastorales que glosan la vida y obra de personajes como Matalaz, a otras que superan los límites estatales actuales (como es el caso de la pastoral "Santxo Azkarra"), para definitivamente vincularse a un imaginario representativo del conjunto de Euskal Herria (tratando la vida personajes con una importante carga ideológica como por ejemplo Iparragirre, Zumalakarregi o Sabino Arana).
De esta forma, como apunta Haritschelar (1986 y 1990) la pastoral pasa de ser un teatro popular que cumple la función de cohesión de una comunidad limitada a Zuberoa, a convertirse actualmente en un auténtico teatro nacional que evoca el pasado e historia del conjunto del pueblo vasco; de una escuela que retroalimenta los valores tradicionales y religiosos se ha transformado en "una escuela donde el pueblo conoce su propia historia".
Pues eso, que como de esta gente no te puedes fiar nunca, quiero meter los dedos en la llaga para creer después. Hasta entonces y sintiéndolo mucho lo tendré por otra ikurriña ancestral.
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