Unos pastores- ESTEBAN SALAS (Cantada de Navidad, 1793)
Nacido en La Habana en 1725, Esteban Salas realizó estudios de Filosofía, Sagrada Teología y Derecho Canónico en la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo de La Habana, pero no se ha precisado aún quiénes fueron sus maestros en el arte de los sonidos. Su vinculación desde 1734 a la Parroquial Mayor de La Habana como tiple de coro, es la única evidencia sobre su formación musical, la cual -por la vía que fuese- adquirió totalmente en Cuba, de donde nunca emigró. En el templo habanero estuvo hasta que partió hacia la Catedral de Santiago de Cuba por petición del obispo Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, quien le otorgó la responsabilidad de establecer con firmeza la capilla de música de la catedral. Desde 1764 y hasta su muerte en 1803, Esteban Salas desplegó allí una intensa actividad musical que abarcó la creación de más de 100 partituras entre obras litúrgicas, villancicos y cantadas.
Según narro un antiguo documento del siglo XVII, las festividades navideñas en Santiago de Cuba comenzaban al despuntar el día 24 de diciembre. Ritmos tañidos de campana llamaban a prima, desde las 7:30 de la mañana. A las 8 debían cesar las campanadas y estar el cabildo en pleno situado en el lugar del coro, adonde llegarían, tras los prebendados, capellanes de coro y capilla musical. En ese momento se cantaba el primer villancico, llamado de Kalenda, pues --como es típico en Iberoamérica- la iglesia comenzaba a celebrar el nacimiento del Mesías desde un día antes, en la tradicional festividad de la Noche Buena. Luego, a partir de las 10 de la noche, se oficiaban -primero- los maitines, cuando la capilla cantaba otros 3 villancicos compuestos especialmente por el maestro, y, después, la Misa del Gallo. Este ceremonial, con más o menos variantes, se conservó hasta la extinción de la capilla de música y la disolución del cabildo eclesiástico a finales del siglo XIX.
Así, durante el siglo XVIII, la celebración de la Navidad en Cuba alcanzó su más elevada expresión en el villancico polifónico, género, que heredado de nuestras raíces hispánicas, tuvo en Esteban Salas su más significativo cultor. Para este entonces, el villancico español ya había asimilado las características del estilo moderno a través de la cantada italiana. Junto al tratamiento virtuoso de la voz y el papel protagónico de los violines en los intermedios instrumentales, las principales manifestaciones de esta transformación se hicieron palpables en aspectos tales como: la disminución en el uso del contrapunto, el enriquecimiento de las posibilidades armónicas y el establecimiento de una nueva relación de diálogo entre instrumentos y voces.
Desde el punto de vista formal, se distinguen 2 manifestaciones del villancico polifónico en la obra no litúrgica de Salas: el villancico propiamente dicho y la cantada. "Unos pastores", es una cantada de Navidad. Los villancicos y cantadas que constituyen un placer estético y espiritual interpretativo, obras de un singular autor que ocupa un lugar especial entre los músicos de su tiempo que, como él, en América, bebieron de la cepa hispánica. Son éstas, obras que resumen esencias, que representan lo más genuino del patrimonio musical religioso cubano del siglo XVIII y que, pasados los siglos, se rescatan para que de nuevo puedan escucharse.
Obra extraída del álbum: ESTEBAN SALAS, nativité a Santiago de Cuba.
Interpretan: El conjunto de Música Antigua Ars Longa La Havana.
Dirigen: Teresa Paz y Josep Cabré.
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