Es que yo vivo en ese lugar desde hace 28 años y con mis impuestos, con las obras de reforma, o con los cuidados de mi jardín, con mis compras en la panadería, en la farmacia, en el supermercado, o los cafés en los bares, contribuyo a su sostenimiento. Hace unos años formé una candidatura independiente en unas municipales, mío era el programa, mía la iniciativa, mía la intención de servir a la comunidad, pero no logré ser alcalde. Entre mis "enemigos" estaban los ganaderos "lugareños", los cuales no tienen problema alguno con el lobo, pues aquí no hay lobos, ya que el último lobero se encargó de matar al último ejemplar hace medio siglo, desapareciendo por cierto dicho oficio. No el problema era otro, y es que yo pretendía abrir los caminos comunales de titularidad pública y otros con servidumbre de paso, que esos ganaderos tienen usurpados ilegalmente. Y es que yo tenía la intención de eliminar toda la salvajada que hay en torno al arroyo de terrenos comunales alquilados por el ayuntamiento y vallados con alambre de espino, somieres oxidados, puertas viejas roñosas procedentes de desechos de obras en chalets, etc., para sustituir todo eso por los adecuados vallados, inocuos, acordes con la legalidad vigente y que estando en consonancia con el paisaje permitiesen el paso de caminantes. Pues todo eso resulta que era muy peligroso para ellos. ¡Menuda cara dura! ¡vaya partida de aldeanos golfos! Hay un modo de callar a los animalistas, que es quitarles sus razones. A mi no me gusta ver los campos y los pueblos de España con aspecto de chatarrerías, y lamentablemente eso abunda.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Bueno, pues aguardo pacientemente otras opiniones.
Buenas noches.
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