Un bosque de cruces
A menudo se ha repetido, en tono sarcástico que, «si se juntasen todos los supuestos fragmentos de la Cruz, tendríamos un bosque». La frase la inventó Calvino en el siglo XVI, siempre hostil a las reliquias católicas. Sin embargo, el arquitecto y arqueólogo Charles Rohault de Fleury escribió un libro en 1870 asegurando que había hecho un inventario de todos los lignum crucis y que, juntándolos todos, no llegaban a un tercio del tamaño que debió tener la cruz de Cristo.
Casi a los 80 años, en el 326, santa Elena ordenó una excavación en el monte Calvario. Encontró tres cruces en una cantera bajo un templo pagano. Según la tradición, una enferma se curó al tocar una de las cruces, determinándose así cuál era la Vera Cruz.
Robada la reliquia del lignum crucis del Valle de los Caídos
Marcadores