Respuesta: El poco decoro de algunos.
Iniciado por
Val
Por otra parte es curioso que ZParo al final, cuando vio a las impresentables de sus niñas góticas posar como si fueran los cocheros de Drácula, alegara que sus hijas son menores de edad y que por eso mandaba censurar unas fotos con posado oficial. Luego, contradictoriamente según mi parecer, promueve una ley que permite que las niñas de 16 años aborten. Podía mostrar los mismos escrúpulos con algo tan grave como el aborto. Pues no.
Es que estas "prendas" son las suyas, las otras no. Pero además de un buen apunte, ya verás como esto se le vuelve en contra.
Von-Feuer, lo cierto es que yo no sé si será el Anticristo, o sólo un sargento "chusquero" de las huestes de aquél, pero todo él es un individuo absolutamente impresentable. A mi me da vergüenza que, sólo por razón de pasaporte, me puedan relacionar con este engendro. La simple posibilidad de haber sido elegido, ya demuestra el absurdo que es la democracia. Por tanto, yo no lo reconozco como jefe de gobierno, no le otorgo autoridad alguna, me tengo que plegar a una cuestión de fuerza bruta, y sólo es un impostor más de un régimen ilegal.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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