Curiosamente el primer escudo del club es este:
El Español destierra la bandera rojigualda | Intereconomía
La enseña nacional está prohibida en el estadio de Cornellá.
El Español destierra la bandera rojigualda
21:25 | 01 de noviembre, 2009 Paul Tenorio.
Fotógrafos a sueldo retratan a todo aquel que las exhibe. Un grupo de aficionados se ha movilizado contra esta política. La directiva que preside Daniel Sánchez Llibre está en una deriva nacionalista radical similar a la de Laporta en el Barcelona. Desde el club hay una orden tajante que no admite matices: no se puede ver una sola "mancha" española en el graderío.
El pasado 28 de octubre, el Real Club Deportivo Español cumplió 109 años sumido en una lucha intestina entre aficionados y directiva por conservar su identidad. Esta convulsión está provocada por el giro al catalanismo impulsado por el presidente Daniel Sánchez Llibre y varios accionistas y consejeros de su misma cuerda política, que tratan de arrancar a la entidad de sus raíces españolas para plantarla en el abonado terreno del independentismo.
En Barcelona, en los albores del siglo XX, un estudiante barcelonés de ingeniería, Ángel Rodríguez, se unió a Octavi Aballí y Lluis Roca para fundar la Sociedad Española de Football. La nomenclatura era un fiel reflejo de la intencionalidad. Y es que los tres equipos de la ciudad (Football Club Barcelona, Catalá FC e Hispania FC) estaban compuestos exclusivamente por extranjeros.
Con vocación de españolidad nació el Español de Barcelona. Catalán, a mucha honra, pero de España a mayor gloria.
LOS DEL BERBERECHO
Un siglo más tarde, la bandera rojigualda no tiene sitio en el recién inaugurado estadio de Cornellá. Ha sido expulsada como se patea a un indeseable de una propiedad privada. Tras una centuria impregnado de su filosofía primigenia, el Español es ahora un club controlado por el llamado Grupo del Berberecho al 52% desde que le compraran sus acciones a la familia Lara y tras aprovechar una ampliación de capital. Este grupo está formado por Daniel Sánchez Llibre, dueño de conservas DANI y hermano del diputado de CiU Josep Sánchez Llibre, ambos catalanistas hasta la médula; Ramón Condal, reconocido catalanista y propietario de la cadena de supermercados Condis, y Francesc Ciprés, independentista radical. Éste último llegó a proponer en una reunión de peñas cambiar el nombre de RCD Espanyol a Atletic Catalá, pero fue duramente reprobado y se tuvo que envainar la propuesta.
Sánchez Llibre ha dado desde que se hiciera fuerte entre más de 11.000 pequeños accionistas un violento volantazo hacia el independentismo. Rezaba una pancarta en el recién estrenado estadio de Cornellá, durante el partido ante el Tenerife: “Quien olvide su pasado pierde sus orígenes”. La afición perica está de uñas porque se están ninguneando las señas de identidad del club.
Sánchez Llibre se puso al frente del club blanquiazul hace 12 años, en 1997, y consiguió sanear su situación económica con la demolición y venta de los terrenos del estadio de Sarriá, convirtiendo después a la entidad en una Sociedad Anónima Deportiva. Hasta hace bien poco se había mantenido relativamente al margen de cualquier tentación relacionada con la utilización política del club, pero su creciente presencia en el accionariado, junto con el apoyo de sus palmeros afines, comiéndole terreno al llamado pedigree perico (encabezado por la familia Perelló junto con los hermanos Malet o Suñer) le han armado hasta los dientes. Siempre desde la sombra, pues prefiere no dar la cara en estos asuntos según fuentes españolistas bien informadas, ha puesto al consejero delegado Josep Collet -otro día hablaremos de este personaje- y a Ciprés a predicar la nueva imagen catalanista del club.
FUERA BANDERAS
En Cornellá no se ven banderas españolas. Nunca se han visto. Es una de las cosas que ha cambiado con el cambio de domicilio del equipo catalán. Desde el club hay una orden tajante que no admite réplicas ni matices: no se tolera ni una sola mancha rojigualda en el graderío.
Los argumentos esgrimidos son peregrinos y aluden a que se tapan carteles publicitarios o salidas de emergencia, pero lo cierto es que la senyera (el único símbolo que une al españolismo) y la estelada (la bandera independentista) no son retiradas. Teniendo en cuenta que las gradas blanquiazules se han caracterizado siempre por su marcado tinte español, alejado del independentismo radical que cada vez hace más ruido en Cataluña, el malestar entre la afición es mayúsculo. También, según cuentan desde la plataforma Espanyol, Futuro y Tradición, surgida para luchar contra la deriva radical de Sánchez Llibre al frente del club, se ha prohibido la utilización del escudo original del Español así como del escudo anterior al de 1995, que es el que se emplea ahora. La excusa dada por José Manuel Moya, consejero de seguridad del club, es ridícula: arguye que el escudo del Espanyol con los colores amarillo y rojo es preconstitucional. Cuando se le informó de que era el primer escudo del club, se quedó a cuadros. No tenía ni idea. Lo cierto es que la única simbología que se puede ver cada día en Cornellá y que vulnera la ley del deporte, porque incita a la violencia, es la bandera estelada o independentista catalana.
MONTAJE BOCHORNOSO
El malestar en la mal denominada guerra de banderas (porque la ley es muy clara) es profundo desde que, en el calendario oficial con el que el club felicita el nuevo año a sus socios, se borraran con photoshop, pero de manera un tanto rústica, las banderas españolas que aparecían en una foto de la grada (ver imagen).
Fue el primer paso hacia la erradicación de cualquier vestigio de españolidad, aunque por aquel entonces todavía se permitían las banderas rojigualdas entre el público. Una de las enseñas que más presencia ha tenido siempre en el estadio Olímpico de Montjuic (rebautizado a Lluis Companys con fines catalanistas) ha sido la española con el anterior escudo en el centro. Pues éstas son ahora retiradas porque, según el club, vulneran sus derechos de propiedad. El argumento no puede ser más chabacano, ya que no comete falta ni delito el portador sino aquel que reproduce y se lucra con la reproducción de símbolos sobre los que no tiene los derechos. Los empleados de seguridad del club tienen ahora la obligación de impedir la entrada de cualquier bandera española y retirar las que se cuelen dentro.
Esto no evitó que en el Gol Norte se pudiera leer una pancarta en el partido ante el Real Madrid que decía que “El Español no es España”. Estos mensajes, que vulneran el orden constitucional, sí tienen cabida en el nuevo Español.
Curiosamente el primer escudo del club es este:
Aquel que crea que en España no cabe un tonto más, yerra gravemente. Vaya si caben....
Puro dadaismo...
Me sorprende que no le hayan cambiado el nombre al equipo.
Grupo en Facebook contra la desespañolización del R.C.D. Español:
Futuro y Tradición | Facebook
Bastantes espanyolistas utilizando la rojigualda veo, será un poco difícil convencerlos a todos, ¿no creeis?
"Donau abric a Espanya, la malmenada Espanya
que ahir abrigava el món,
i avui és com lo cedre que veu en la muntanya
descoronar son front"
A la Reina de Catalunya
Pues se ha tragado con tantas cosas (no solo en Cataluña, sino en España entera) que puede ser que sin convencerlos acaben con cualquier vestigio de españolidad del Español.
Estoy seguro que en breve cambiarán la denominación de "Deportiu" por "Esportiu" que es más fabriano (más antifilológico pero sobre todo menos parecido al español y más al francés).
Yo creo que es hora de que dicho club cambie de nombre y a los seguidores que no son independentistas, les recomiendo que se asocien a otros equipos, que en España sobran y algunos haciendo alarde de españolidad: Sevilla, R. Madrid, Atlético de Madrid, Racing de Santander, Oviedo, Sporting de Gijón, Salamanca, Valladolid, Getafe, Numancia..., vamos que hay pocos y me dejo unos cuantos sin mencionar.
Pero eso sí, esos equipos que no se consideran españoles, por favor, ¡qué salgan de la Liga española ya! Después, a ver de qué viven.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Se me ocurre un símil cinéfilo: Laporta y Sánchez Llibre, dos tontos muy tontos.
Triste, muy triste... aunque nada sorprendente. Confío en que la afición espanyolista sepa defenderse ante este nuevo ataque del fascimo catalanista. A ver si la gente reacciona contra esa gentuza llevando más banderas españolas que antes incluso, y también al Camp Nou, que se las refrieguen por la jeta a Laporta (creo que he visto alguna suelta últimamente, desde que este señor se ha puesto bravo con sus discursos antiespañoles). Que, por cierto, tiene "guasa" ser independentista e insultar a España y a los españoles poniéndoles de chorizos y colonialistas y a la par seguir beneficiándose de jugar la liga española.
Tampoco me creo que un aficionado del Espanyol lo sea realmente si propone cambiar el nombre de RCD Espanyol a Atletic Catalá. Tiene toda la pinta de que ahí hay metida gente que en verdad el Espanyol le interesa un mojón y sólo está por otros fines, políticos o económicos
Hombre, no llamemos fascismo a lo que no lo es, dejémosle eso a los rojetes y demás ralea.
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores