Respuesta: Un sacerdote aconseja robar justificadamente
Una cuestión es robar y otra muy distinta hurtar y ya nuestro Código Penal establece una diferencia. Hurtar por pura necesidad, sea hambre, frío, medicación, etc., no es pecado a los ojos de Dios, ni es un delito tampoco. Pero el Estado, el grandilocuente y mentiroso Estado del bienestar, en este cacareado mundo occidental de las sociedades avanzadas no procura los medios para lograr que sus ciudadanos no se vean impelidos a tener que llevar a cabo actos que sí son reprobables.
Hay que exigir responsabilidades a los políticos, habría que arbitrar medidas para que esta lacra responda de sus actos. El político debería ganar un sueldo dentro de lo que marca la ley y en igualdad con los demás, ello en el supuesto caso de que tenga plena dedicación y dar explicaciones por su gestión, con todas las consecuencias. Y, sin embargo, los vemos que con la mayor de las impudicias se apropian de salarios inmerecidos, de pensiones de escándalo para asegurar su puerco futuro, se buscan prebendas de todo tipo y acuden a toda clase de chanchullos que los benefician. Mientras tanto, legislan, ¿legislan? ¡ JÁ ! miseria y más miseria para los demás, menos para los suyos que para eso hay que pagar el clientelismo. Recua de golfos y golfas.
No obstante, lo de este pastor anglicano, es decir no católico (la mierda para ellos) tiene delito, y es que incita a la comisión de actos ilegales, aunque se quiera justificar que se le quite sólo al rico, en plan Robin Hood, pero no, pues ese rico con muchísima probabilidad no es el causante de que la riqueza esté mal distribuida. "Es que ha recomendado robar a las multinacionales" ¡ya! ¿a cuáles, a la Coca-Cola? Porque hay multinacionales de muchas clases con una gran variedad de tipos de negocio.
Yo recomendaría a los Estados que expropiasen todas las multinacionales de la droga, la pornografía, el tráfico de seres humanos, de armas, de coches de lujo, etc., y todos los bienes y fondos de esas escorias sub-humanas fueran destinados a ayudar a salir de la miseria a tanta gente. Y esa chusma a la cárcel de por vida.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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