Los enemigos de Cristo, la Iglesia, de España y el pueblo español, Teresa de la Vega y el tal Caamaño, ya tienen preparado el texto documental por el que pretenden modificar el Concordato con la Santa Sede y "expulsar" el Crucifijo por completo de centros escolares y hospitales de titularidad pública, es decir, "nuestros, pagados y sostenidos con nuestros impuestos". Dicho acto de apostasía tiránica tiene la "mala leche", o vinagre con el que los amamantaron (¡qué pena de aborto selectivo!) de presentarlo aprovechando el viaje de Benedicto XVI a España en noviembre.

En mi opinión, y dada tal extraordinaria circunstancia, habría que ir extendido la petición popular de "ex-comunión" de todo el llamado "gobierno español", de solicitar la "disolución e ilegalización del P$OE, IU y resto de organizaciones de extrema izmierda", así como la "late sententiae" para todo aquellos "y aquéllas brujas" que colaboren con estos ultraizmierdistas.

También, es hora de que el crucifijo empiece a mostrarse en lugares muy visibles: en el cuello, en forma de "pins", en el coche o en la cartera, en los balcones y fachadas. Por tanto, tenemos el deber moral de cumplirlo y aconsejar a los indecisos a que lo hagan. Para ello, contamos con Internet, un medio absolutamente imparable para estos "anticristos".

Puesto que tienen la intención de permitir, en cambio, el uso en esos lugares públicos que no son suyos, del "velo islámico" y la "hiyab", se recomienda que ante su presencia se monte el correspondiente "bochinche" a voces y con grandes aspavientos afirmando que hieren los sentimientos y que van contra nuestros derechos.

Al enemigo no se le da ni agua. Por tanto, además de contribuir al acoso y derribo de esta gentuza que nos está hundiendo, debemos mantener la postura de "tolerancia cero" con todos ellos y sus aliados.

Ni pasarán, ni prevalecerán, ¡ A por ellos !