“La Senda de los Elefantes” de Usera



“Así llaman a la calle Ferroviarios Mª P. F. y su familia. El motivo es el «penoso espectáculo» de los borrachos que suben su calle desde el parque de Pradolongo cada fin de semana. Las «trompas que traen son tremendas, tanto hombres como mujeres. Y, con miedo a que se la tache de racista, relata que «todos los que vienen beodos son o ecuatorianos o bolivianos». El desfile de borrachos va unido a peleas, gritos, caídas y orines. «Hace tiempo que no bajo al parque, del que era habitual», concluye”.



Esta es una carta aparecida en el diario gratuito 20 minútos de la que me gustaría hacer algunos comentarios.



- Si os daís cuenta, esta mujer tiene miedo a ser tachada de racista simplemente por decir lo que ve, que los que provocan la degradación y la inseguridad en el barrio son latinos.



- Por otro lado, nos dice que ya no baja al parque, cuando antes lo hacía habitualmente. Bueno, y para qué queremos tantos parques y zonas verdes si luego la toman los inmigrantes y no precisamente para disfrutar de ellas cívica y pacíficament, y si no que se lo digan a Manuel asesinado en un parque de Villaverde por unos dominicanos.





Si no perdemos el miedo a gritar bien alto, perderemos nuestros barrios, nuestras zonas verdes y puede que, en el momento menso pensado, nuestras vidas a manos de las nuevas hordas bárbaras. Y después que no vengan a tocarnos los cojones con eso de que esque hacen falta más inversiones en los barrios, que en algunos casos también, pero aunque hubiera mil colegios, centros sanitarios, parques, etc. en Villaverde ese dominicano habría asesinado a Manuel, porque como dijo el jefe de estudios de un colegio catalán en el que asesinaron a otro chico español, eso forma parte de su cultura (y eso lo dijo para ¡¡¡defenderlos!!! ¡Viva el multiculturalismo!). Además, ahora resulta que hay que pagarles un tributo para que no nos maten... Lo dicho, nuevas hordas de salvajes que han penetrado el limes y a las que hay que pagar por nuestra vida y nuestra libertad.

Pues yo me planto y digo ¡NOOOO! ¡ REBÉLATE!