Madrid, 28 diciembre 2011, festividad de los Santos Inocentes. Desde el memorable discurso de su antecesor ante los Reyes Magos, en el año 1 de nuestra era, buscando obtener de éstos la información necesaria para caer sobre el Niño Dios que nació en Belén, ningún discurso de Navidad había sido tan comentado como el que el actual sucesor de Herodes leyó ante las cámaras de televisión esta última Nochebuena. Entre el habitual repertorio de sandeces, perogrulladas y frases tan altisonantes como vacuas, ha destacado la de "la justicia es igual para todos". No sólo porque quien leía dicho mensaje sea viva muestra de que no es así y de que en el régimen que él mismo encabeza uno puede sustraerse a la acción de la justicia; sino porque, en el contexto, casi todos han entendido que se refería a las millonarias artes de birlibirloque de su yerno.

Ahora, con un nuevo Gobierno que cuenta entre sus ministros con el mayor número de abortistas convictos, curtidos y experimentados desde que el actual Herodes reina, podrá éste quizá estampar su firma en una nueva ley que facilite la matanza de aún más inocentes. Las firmas previas ya han costado la vida a millones: el Herodes de la Escritura era un aprendiz.

Agencia FARO