El misterio del nombramiento de Carmen Vela | Intereconomía | 693808Secretaria de Estado de Investigación y DesarrolloEl misterio del nombramiento de Carmen Vela21 ENE 2012
José Antonio Fúster.- Carmen Vela ha sido un miembro activo del clan de la zeja, ese grupo que después de la primera legislatura de Rodríguez Zapatero reivindicó con insultos a los votantes del PP “la alegría” de votar de nuevo al PSOE.
Hace unas semanas, pocas horas antes de que
José Mota y Anne Igartiburu cobraran 30.000 euros cada uno por dar las uvas en una televisión subvencionada con dinero público, uno de los asesores de un alto cargo político del Partido Popular en Madrid entró en un despacho cercano a Sol. El asesor llevaba en la mano la lista de los primeros convocados por el ministro de Economía y Competitividad, el independiente (sin carné del partido) y exhombre de Rato
Luis de Guindos, para formar parte de su equipo. Allí, en ese despacho, había otros dos cargos de nivel y un director de Comunicación... Entre los cinco, jugaron a conocer a los elegidos para la gloria.
-Secretario de Estado de Economía y apoyo a la empresa, Jiménez Latorre.
-Hombre, claro. Llegó a director general de Defensa de la Competencia en aquellos años en los que se defendía poco la competencia. Se conoce el ministerio y es capaz de venderle un burro a un gitano...
-La directora del Gabinete es Sánchez-Yebra.
-Bien. Perfil técnico. Conoce los dos ministerios y es competente.
-García-Legaz, secretario de Estado de Comercio...
-Ah, bueno, bueno... A todo independiente le toca un político. Pero Jaime sabe de finanzas.
-Secretario de Estado de I+D+I, Carmen Vela.
-NPI. Así de claro.
-¿Que no la conoces?
-Que NPI de por qué la nombra.
-El secretario general del Tesoro es Íñigo Fernández Mesa.
-Del equipo de Luis en Lehman... ¿Y Ferré Navarrete no está?
-En Hacienda, con Montoro...
NPI, siglas de ni repajolera (ejem) idea dan noticia del alcance técnico de la decisión del ministro independiente del nuevo Gobierno de nombrar
secretaria de Estado de Investigación y Desarrollo a Carmen Vela Olmo (Sigüenza, Guadalajara, 1955), una persona que políticamente se sitúa en las antípodas de las convicciones de los millones de votantes que dieron la oportunidad a Mariano Rajoy de nombrar a Luis de Guindos. Pero no solo en lo político, sino en lo profesional, la inmensa mayoría del mundo científico se extraña de la designación de Vela, cuyas declaraciones públicas -científicas- son fruto de lo que parece una osada ignorancia revestida de ideología y que hasta contradicen la política de méritos (alejada de la socialista de cuotas) que es clave en el campo de la ciencia y que es, qué casualidad, la que defienden los populares.
Carmen Vela ha sido un miembro activo del clan de la zeja, ese grupo que después de la primera legislatura de Rodríguez Zapatero reivindicó con insultos a los votantes del PP “la alegría” de votar de nuevo al PSOE. En primera línea de aquellos zejateros estaba Carmen Vela, la directora general de una pequeña empresa de biotecnología y presidenta de una asociación de mujeres científicas: cuatro años después, Vela mantuvo una línea coherente con su compromiso socialista y pidió el voto para Alfredo Pérez Rubalcaba. Estaba en su derecho. Lo que no está tan claro es que Rajoy, elegido para encabezar la recuperación económica tanto como la regeneración moral, y De Guindos tuvieran derecho a nombrarla.
Oposición irracional
Carmen Vela está a favor de la destrucción de embriones para conseguir células madre embrionarias... que hasta ahora han demostrado que no sirven para nada. Pero no solo está a favor, sino que en una entrevista publicada aseguró que aquello le parecía “perfecto”. No bien, sino “perfecto”. En cuanto al engorroso asunto de la destrucción de embriones y otros asuntos morales, Vela aseguró, con precisión científica, que “lo que hay es un problema casi metafísico que no viene a cuento” y que “en el fondo hay miedo a la ciencia, que siempre fue rodeada de un halo de brujería; ¡cuántas mujeres científicas han sido quemadas por brujas en la antigüedad! La oposición a las células madre es irracional, basada en el desconocimiento y en la falta de interés en conocerlo”.
Así habla la
nueva secretaria de Estado de I+D+I. Con este argumento ad verecundiam (trabajemos con células madre embrionarias porque los ignorantes cristianos lincharon a Hipatia y punto), despacha Carmen Vela uno de los debates más intensos de las últimas décadas en el mundo científico, que ha quedado amortiguado con la reprogramación de células adultas en las células madre pluripotentes inducidas que se obtienen sin matar seres humanos.
Alguno podría pensar que aquella entrevista en la que dijo tal cosa fue un error. Pero no. El asunto de la
quema de “científicas de la antigüedad” es materia que sale a relucir en varias entrevistas. Quizá por eso, como desagravio a las brujas, Carmen Vela tomó las riendas de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT), que como fin más sobresaliente viene reclamando desde su creación en 2001 una política gubernamental de cuotas en el mundo científico. En concreto, reclaman que por ley debe haber en los órganos de decisión científicos, incluidos los claustros, un 40 por ciento de mujeres.
El argumento de la AMIT que presidía Vela y cuyo último galardón a la Promoción de la Igualdad fue para la exvicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega es incontestable desde el punto de vista científico: “Si tienes cosas que hacer después del trabajo, no puedes estar de charla con los amigos después del trabajo; si no estás de charla con los amigos, no estás en el club donde se deciden las cosas; si no estás en ese club, no estás en los tribunales; si no estás en los tribunales, nadie habla por ti. […] Los hombres, no nos engañemos, apoyan a sus colegas varones”. Con ese axioma (principio indemostrable sobre el que se asienta la teoría de Vela), ella asegura que “no nos queda más remedio que aceptar que a la verdad hay que ayudarla con mecanismos que compensen la realidad”. Es decir, la nueva secretaria de Estado de I+D+I, que es licenciada en Químicas pero no doctora, es partidaria de la discriminación positiva -en contra del criterio fijado por el Partido Popular que preside Mariano Rajoy y en contra del mérito académico y científico-.
Hasta este punto,
Carmen Vela es la pura reivindicación de la alegría, de las brujas y de la discriminación positiva. Pero hay más. Por si acaso no quedó clara su posición científica sobre asunto tan espinoso como estar a favor o en contra de matar seres humanos, Carmen Vela se adhirió en 2009 a un texto en defensa de la nueva ley del aborto promovida por Zapatero y su ministra de Igualdad, la flamencóloga Bibiana Aído, y que debía contestar a la Declaración de Madrid que, en contra de esa ley de plazos, argumentaba cómo “existe sobrada evidencia científica de que la vida comienza en el momento de la fecundación”.
Carmen Vela, que no es doctora, aseguró que bien al contrario: “El momento en que puede considerarse humano un ser no puede establecerse mediante criterios científicos; el conocimiento científico puede clarificar características funcionales determinadas, pero no puede afirmar o negar si esas características confieren al embrión la condición de ser humano, tal y como se aplica a los individuos desarrollados de la especie humana”. Este texto es el que sirvió a Bibiana Aído, que más tarde recibiría la Gran Cruz de Carlos III (la que lleva grabada la imagen de la Inmaculada Virgen María) por los servicios prestados a España, para asegurar en una entrevista en la cadena Ser que un feto de trece semanas “es un ser vivo, pero lo que no podemos es hablar de ser humano porque eso no tiene base científica alguna”.
Subvencionada
Demostrada su inconsistencia intelectual, la única explicación -además del NPI- para que De Guindos hubiera optado por
Carmen Vela era su capacidad como empresaria. Desde el 30 de diciembre, el equipo de Comunicación del nuevo ministro -dirigido por Concha Martín, periodista de El País y exjefa de la sección de Economía del diario progresista fundado por Fraga- hizo hincapié en la visión empresarial de I+D+I que atesoraba Carmen Vela desde su puesto como directora y luego presidenta de una pequeña empresa de biotecnología -productos veterinarios-.
Sin embargo, la sorprendente realidad revela que Vela Olmo no creó esa empresa de la nada y la alimentó con titánicos esfuerzos, sino que nació en 1981 dentro del INI, que en los años de la desinversión socialista la vendió a Explosivos Riotinto (Ercross), que la mantuvo en quiebra técnica durante mucho tiempo. Desde que se hizo cargo de la empresa, Vela ha demostrado unas dotes espectaculares para moverse con soltura en el campo de la subvención, como lo prueba que una de sus sociedades, Integromix, de la que era consejera, solo haya facturado subvenciones de la Junta de Andalucía y del Estado.
En resumen: Carmen Vela Olmo.
Una licenciada -no doctora- en Químicas, abortista, feminista de cuota, zejatera, experta en subvenciones públicas y reivindicadora de brujas quemadas es la nueva secretaria de Estado de I+D+I nombrada por un ministro sin carné del Partido Popular que a su vez ha sido nombrado por un presidente votado por una mayoría de españoles que defienden la vida, que creen en el mérito, que han sufrido con los desmanes del expresidente Zapatero y que piensan que la subvención es una forma solapada de corrupción. Un nombramiento que parece cosa de brujas. Quemadas.
La ultraderecha, remedio infalible
Es posible que no haya conexión alguna entre el nombramiento de
Concha Martín, exjefa de Economía de El País, como nueva directora de Comunicación del Ministerio de
Luis de Guindos y el hecho cierto de que, tras las primeras críticas al nombramiento de Carmen Vela, el periódico independiente de la mañana, a través de su jefa de Ciencia,
Alicia Rivera, acusara a “la ultraderecha” de estar detrás de las informaciones sobre la ideología de Vela y su limitadísimo currículo. La ultraderecha sigue siendo, en los tiempos del PP (tal como era en la etapa socialista), un argumento ad hominem perfecto.
Un mundo pequeño
Los medios progresistas que han salido a defender a
Vela aseguran que “el mundo científico” respalda el nombramiento de la zejatera. Un análisis más concreto del universo de ese mundo científico aclara que solo son dos asociaciones. La primera, la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce) que preside
Carlos Andradas Heranz, exvicerrector de la Universidad Complutense con el izquierdista Carlos Berzosa. La segunda, la Sociedad Española de Biotecnología, un grupo reducido de profesionales hasta hace poco presidido por... Carmen Vela.
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