Cruzada por occidente
En el 800 aniversario de la Batalla de las Navas de Tolosa
La capilla mayor de Toledo
A falta de un letrero que lo identifique, una de las estatuas que decoran la Capilla Mayorde la catedral de Toledo ( cuya colocación en aquel lugar se debe a Fernando III El Santo) , representa un labriego barbado cubierto con un capuz y con una bastón sujeto con ambas manos[i]. Aunque una leyenda tardía lo identifica como San Isidro la realidad es que se trata de un simple pastor cristiano mozárabe, posiblemente llamado Martín Alhaja[ii], que al mostrar a los cristianos una senda entre los riscos de Sierra Morena les hizo sortear los peligros de los pasos dominados por los almohades y el 16 de Julio de 1212 obtener una gran victoria sobre el Islam, de manera que marcó el declive del Islam en España y detuvo su avance hacia el corazón de Europa Occidental.
Hoy, en el 800 aniversario dela Batallade Las Navas de Tolosa queremos rendir homenaje a aquel grupo de españoles reyes, señores, nobles, caballeros, frieres y milicias que en defensa de su libertad y libre albedrío, que es la característica principal que diferencia el cristianismo del Islam, encabezaronla Cruzadapor Occidente en esa gloriosa jornada .
El espíritu de la Cruzada :
Frente a una idea, de la que se han apropiado y divulgado liberales, laicistas, modernistas e islamistas, que presentan las Cruzadas yla Reconquistacomo una muestra del imperialismo occidental y una invasión contra un pacifico e ilustrado islam amante de la paz y la cultura y señalan a los caballeros, Freires o monjes-guerreros y cruzados en general, como un conjunto de carniceros sedientos de sangre y botín, hay que oponer la verdad de que estos grupos y los otros muchos que participaban en una cruzada (tropas reales, Órdenes militares, milicias municipales y comunidades, voluntarios y personas ligadas por un voto ) estaban motivados por un impulso penitenciario de defensa, libertad y amor.
Paul F. Crawford[iii], en un artículo desconocido u ocultado para el gran público, apunta como causas de la lucha contra el Islam, la caridad y defensa hacia el oprimido, pues la violencia en un cristiano solo puede ser ejercida como un acto de amor y de legítima defensas en una época dominada por la Teología el participar en una campaña, ofensiva o defensiva contra el Islam, no era mas que un supremo esfuerzo de dejar hasta la vida en defensa y beneficio de unos hermanos oprimidos[iv] por los seguidores de una religión cuyo fundador predicaba (sic) "Se le preguntó Apóstol de Al-Lâh, ¿Cuál es la mejor obra? Él respondió: "Creer en Al-Lâh y Su Apóstol Muhammad. Después le preguntaron "¿Cuál es la siguiente [obra] mejor en bondad? Él respondió: "Participar en el Yihad, la lucha religiosa en la Causa de Al-Lâh[v]" y también “Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores [cristianos] dondequiera que les encontréis. Capturadles! Sitiadles! Tendedles emboscadas por todas partes! Pero si se arrepienten, hacen la Az Allah [ oración ] y dan el az-zakat [limosna], entonces dejadles en paz! Al-Lâh es indulgente, misericordioso[vi]”.
Estas dos citas no son mas que una mínima muestra de los que se pueden leer sea en el Corán o en los distintos Sahih o Hadices, en que una presunta piedad va unida a la incitación a la carnicería, el expolio y la fornicación de todo aquel que no comparte la religión musulmana.
El caballero
Contra esta provocación surge la figura del caballero cristiano y la de los monjes-soldados de la extinguidas ordenes militares[vii], el primero adaptando su vida al servicio de los demás y los segundos o “Freires” que haciendo vida conventual, eran la reserva militar permanente contra las razzias de los musulmanes, ocupando permanentemente los puntos estratégicos, pasos y vados para prevenir sorpresas provenientes del sur de la península, que era aún territorio a recuperar.
El aspirante a caballero, templaba su carácter en el oficio de las armas, primero como simple escudero o auxiliar y tras años de trabajo y enseñanza, en los que ejecutaba todo tipo de tareas, desde lavar la ropa ,cocinar, acarrear leña o limpiar las armas y el caballo del caballero veterano, encargado de su educación y adiestramiento, era armado caballero en una entrañable ceremonia, en la que tras velar sus armas en una capilla y prometer ante Dios ayudar a los débiles y combatir el mal, mas que un espaldarazo recibía un capón en la cabeza de la autoridad que le otorgaba la dignidad. No solo era un compromiso con las personas, sino sobre todo con Dios y el Cristianismo. Además de ser fiel a su señor y a sus votos, de por vida tenía la obligación de mantener armas y caballos propios y concurrir a los “alardes” donde debía hacer gala de sus habilidades, fuerza y forma física para el combate
Los Almohades
Por ello y ante la terrible amenaza que representaba el imperio Almohade,que habiendo surgido en el noroeste de África, como un movimiento reformador de las actitudes adoptadas por los ya decadente Almorávides y que ya había plantado sus reales en los reinos de Taifas a los que había sojuzgado, tras ser llamado por estos en su auxilio, a los cristianos no les quedaba otra posibilidad que rendirse y aceptar el Islam o convertirse en sus siervos pagando la “Yizya” o ser mártir, si es que no se habían aceptado ninguna de las dos anteriores opciones, pues esa facción musulmana mantenía posiciones integristas e intransigentes en la interpretación del Corán y en particular en lo relativo al estatuto de los “dhimmi” o Protegidos, pertenecientes a los “Hombres del Libro”, fuesen estos “asociadores[viii]” o Judíos. Nuevamente, en los territorios que habían ocupado los almohades se prohibieron los productos del cerdo y el vino, se derribaron centros de culto cristianos y se inició una persecución no solo contra estos sino también contra todos los musulmanes que no seguían sus directrices como los Ziríes y Hammadíes, que fueron masacrados sin piedad.
Antecedentes de la Cruzada
Ante el peligro de que esta cuarta invasión musulmana a la península, sobre la que los almohades habían proclamado el “Yihad” o “Guerra Santa”, pudiese acabar con los Reinos cristianos, solo quedaba el uso de la fuerza que protegiese no solo la fé, sino las libertades, usos y costumbres conseguidas en las instituciones civiles de los Reinos, señoríos, comunidades y concejos. Este desafió musulmán y en uso del legitimo derecho a la defensa[ix], solo podía ser contestado y contenido por una respuesta unánime de todos los Reinos Cristianos, en la que participaron no solo las tropas reales, los Rico-Hombres de mesnada, los Freires de las ordenes militares, sino las milicias de las ciudades, comunidades, municipios y algunos cruzados extranjeros.
El Amir al-Mu'minin[x] Muhammad Al – Nasir,o Miramamolin en las Crónicas, dió sobradas muestras de que sus intenciones eran someter de nuevo a toda España al yugo mahometano y sin duda proseguir su avance la corazón de Europa. Uno de los primeros encuentros con los almohades tuvieron lugar en Salvatierra, donde la Orden de Calatrava trató inútilmente de repeler sus ataques y aunque el Rey de Castilla Alfonso VIII, envió a su propio hijo Fernando, por su inexperiencia fracasó en el empeño y poco tiempo después ,debido a las penalidades sufridas en campaña, murió a los veintiún años de unas calenturas en Madrid[xi].
Al Alfonso VIII solo le quedaba buscar una respuesta militar apoyada por todo el orbe católico, por lo que envió a Roma al Arzobispo de Toledo Rodrigo Jiménez de Rada, eclesiástico, militar, historiador y hombre de estado, para que convenciese al Papa Inocencio III, que ante el eminente peligro que se cernía sobre la cristiandad, convocase una “Cruzada” semejante a las de Tierra Santa. Conseguido su propósito se predicó por toda Europa el llamamiento pontificio,contenido en una Bula, y todos se pusieron a la labor, comenzando por el propio Arzobispo de Toledo que armó a sus feligreses varones para que se uniesen a la “Cruzada” y progresivamente se fueron agregando a las fuerzas castellanas compuestas por todos los estamentos nobles, señorios, comunidades y concejos los refuerzos de los Reyes de León, Aragón, Navarra y Portugal, las Ordenes de Temple, San Juan, Santiago y Calatrava y un grupo de cruzados franceses entre los que se distinguía el Obispo de Narbona, Arnaldo Amalarico, que fué el que posteriormente dio a conocer en Europa la victoria cristiana como “Navas de Tolosa”[xii] .Sin embargo muchos extranjeros concurrieron sin equipar y esperando que, en contra de las normas, lo fuesen por el Rey de Castilla y sin tener en cuenta los rigores del clima español en le mes de Julio.
Y a pesar de estas defecciones o esta cruzada detenía a los almohades o Europa caería en manos musulmanas, por eso puede afirmarse que la batalla dela Navasde Tolosa, fue la culminación de una cruzada netamente española, que evitó que occidente cayera en manos del Islam.
Marcha hacia el sur
Para el sostenimiento de tan formidable ejercito hicieron falta hasta 70.000 carros de víveres y el señalamiento de puntos de concentración. Asi en Madrid se concentraros los castellanos y las Ordenes militares, prosiguiendo hacia Toledo, donde se añadieron el Rey Pedro de Aragón con sus tropas, entre las que se distinguían los almogávares, y poco después los refuerzos de León y Portugal. Al poco se tomó el castillo de Malagon, tras cuya rendición los extranjeros quisieron masacrar a los rendidos, cosa a la que se opuso Alfonso VIII y entre los rigores del clima, las disputas con el Rey y la falta de equipo una importante parte de ellos optó por regresar a sus lugares de origen, quedando solo Arnaldo, Arzobispo de Narbona y Teobaldo Bloscon de Poitiers, aunque esta defección fue compensada con la aparición de Sancho de Navarra y sus tropas y todos juntos el ejército cristiano prosiguió su avance hacia Salvatierra buscando al enemigo. Al poco se supo que los almohades estabán en Baeza, por lo que hubo que explorar los pasos del Despeñaperros para poder desembocar sin peligro al otro lado de Sierra Morena. Pero cuando regresaron los exploradores dieron la mala la noticia de que los almohades controlaban todas las alturas de los pasos dela Penibética, por lo cual hacia sumamente peligroso el avance ordenado de un ejercito que ya contaba con unos 115.000 hombres
La actitud de Miramamolin
Mohammed El-Nadir, llamado el Verde por el color del turbante que usaba su dinastía, aunque sus ropas eran negras significando austeridad y que según el Arzobispo Jimenez de Rada había concentrado[xiii] un ejercito de 80.000 jinetes asi como un incontable número de peones y camelleros. Añadamos a esto que Miramamolin tenía noticias de la defección de muchos cruzados extranjeros y la espantada del Rey de León, por lo que contando con la superioridad numérica y la ocupación de las alturas dominantes de los pasos dela Penibética, ideó un plan para batir a los cristianos cuando intentasen forzar los pasos de la sierra.
Abandonando la plaza de Baeza trasladó sus reales hacia los pasos de la sierra y estableciendo un formidable campamento a modo de ciudad, que tenía en si misma el despliegue y el orden de combate. Al frente se ubicaron las tribus venidas del Norte de África. Las alas estaban cubiertas por musulmanes andaluces y bereberes. La retaguardia y reserva del jercito estaba compuesta por el grueso de los almohades con el refuerzo de varios cuadros de lanceros y arqueros rápidos. En el centro se distinguía la tienda roja de Miramamolin a la que rodeaban una guardia de 10.000 negros, unidos entre si por una doble cadena y con sus lanzas clavadas en tierra y tras este cuadro defensivo se encontraba 3.000 camelleros con sus monturas, para cerrar las brechas que pudiesen hacer los cristianos.
Prolegómenos de la batalla
El avance cristiano no se detuvo, venciendo a las avanzadillas almohades y sus refuerzos. El 12 de Julio de 1212, conquistado el Castillo de Castro Ferral, decidieron proseguir su marcha haciaLa Losa, buscando pasos y senderos serranos no dominados por los almohades para poder caer sobre el campamento almohade, cosa que parecía imposible.
Cuando los jefes cristianos discutían sobre cual sería la mejor manera de sortear el peligro de los pasos de la serranía, como enviado del cielo, se presento Martín Alhaja[xiv], pastor cristiano mozárabe, que se ofreció a conducir a los Cruzados por sendas desconocidas por el enemigo que les llevaría hasta las cercanías de su enorme campamento. Dudó Alfonso VIII de aquel pastor, al cual el arzobispo Jiménez de Rada describió como (sic) “hombre despreciable y de mal aspecto”, pues era confiar en la palabra de un desconocido que ofrecía llevarles a la victoria, confiando en el castellano Diego López de Haro y el aragonés García Romeu la tarea de, junto con el pastor, reconocer el paso ofrecido, cosa que hicieron los caballeros regresando para relatar que el paso era seguro y se podía proseguir la marcha.
Asi resume una crónica este acontecimiento (sic) "E estando en estas diferençias, vn honbre en ábito de pastor pobremente bestido les apareçió delante. E al rrey don Alfonso e a los que con él estavan, dixo que el puerto de la Losa non podrían pasar en ninguna manera, ansí por ser fragoso, como por muchos moros que en la defensa estavan, pero que si el rrey le fiziese merçed, él le mostraría allí çerca vn camino llano por el qual en salvo todo su exército, fasta las Navas de Tolosa, pasase. De lo qual, el rrey fue muy alegre pero, porque no se le dio mucha fee, enbiaron con él a don Diego López de Aro e a don Garçi Rromero de Aragón a provar si era verdad. En tal manera los guió, que llanamente pasaron. E en vn llano que ençima de un monte se fazía, asentaron sus tiendas. E fiziéronlo saber a los rreyes los quales, con todas su compañas, en aquel lugar que asaz çerca del rreal de los moros estava, asentaron su exército[xv]"
La batalla de Las Navas de Tolosa :
Sería una vana empresa, tras la mucha tinta que se ha vertido describiendo la batalla de Las Navas de Tolosa, intentar realizar una descripción de este glorioso hecho ocurrido el 16 de Julio de 1212, por lo que solo recordaremos de forma resumida el desarrollo de la batalla.
Antes del amanecer de este día, a muy temprana hora, tocaron a rebato las trompetas, tambores y atabales del campamento de los cruzados, convocando a sus tropas a la lucha de la que podía depender el destino dela Españacristiana. Alfonso VIII con la ayuda del catalán Dalmau de Crexal había pasado la noche organizando el despliegue y orden de combate del ejercito cruzado que se resume así :
Ala izquierda :El Rey Pedro de Aragón con sus tropas, con el Pendón de San Jorge, que portaba su alférez mayor Miguel de Luesia
Ala derecha : El Rey Sancho de Navarra, con sus tropas propias, mas los refuerzos portugueses, gallegos,vizcainos y guipuzcoanos y las milicias de los Concejos de Segovia, Avila y Medina del Campo
Vanguardia : Diego López de Haro, Señor de Vizcaya con sus propias tropas, mas las tropas de las Ordenes Militares y las Milicias del Concejo de Madrid[xvi].
Centro y retaguardia : El Rey Alfonso VIII, con el pendón Real que portaba Alvar Nuñez de Lara, y las tropas aportadas por los prelados, los Ricos Hombres de Mesnada y las milicias de las comunidades de Toledo, Arevalo y Valladolid
Tras oir la Santa Misay recibir todos la absolución que impartió el Arzobispo Jiménez de Rada, comenzó la batalla con el avance de los sarracenos y el retroceso del centro de los cruzados. Durante algún tiempo se sucedieron los avances y retrocesos, hasta que la resistencia del centro almohade cedió y se produjo una enorme carnicería provocada por el avance de los Cruzados. Fué en ese momento cuando la vanguardia de Diego López de Haro,Señor de Vizcaya arrasó, partió y batió las lineas islámicas. Casi a la par el Rey Sancho el Fuerte de Navarra, atacó y sobrepasó el centro del despliegue almohade y derrotar a la “Guardia Negra” del Amir al- Mu'minin” , que tenían enterradas sus piernas hasta la rodilla y encadenados en circulo para defenderla Tienda Roja de Muhammad Al – Nasir,este hecho dio lugar a la leyenda del origen de las cadenas y la esmeralda central en el Escudo de Navarra.
Aunque en medio del desastre Miramamolín pudo huir hasta Jaén, haciéndose los cristiano con su pendón rojo, que se conserva en el Monasterio de La Huelgasen Burgos, con una leyenda en árabe que dice : “Me refugio en Dios, de Satanás el apedreado. En el nombre de Dios, piadoso y clemente. La bendición de Dios sea sobre nuestro Señor y dueño, Muhammad el Profeta honrado y sobre su familia y amigos. Salud y paz” .
Tras ochocientos años de la victoria de los cruzados, vemos con tristeza y preocupación, como una lenta invasión, que sin control, está ocupando nuestra patria y el occidente europeo y como se forman grupos islamistas cuya mira es recuperar Al-Andalus y en cuanto su número sea lo suficiente para alterar el orden legal en España, quizás por nuestra cobardía nuestros descendientes no seran juzgados por su valía o conocimiento sino por el tamaño de la “Tuba” que es el callo que llevan algunos musulmanes en la frente, producto de las veces con que la han golpeado contra el suelo durante la oración.
No nos engañemos, para los musulmanes España o Al-Andalus es un Warf o propiedad de Al-Lâh, la cual tiene que recuperar y en tanto no tengan la fuerza suficiente, practicarán la “taqiyya”, con la que ocultan su fe musulmana para favorecer de forma sutil a esta creencia. Mirad el ejemplo de Egipto e Irak y veréis retratado lo que en un futuro puede ocurrir en España[xvii]. Por eso siendo fieles a nuestros antepasados,en este 800 aniversario de las Navas de Tolosa, defendamos nuestra fe y a nuestros hermanos perseguidos y hagamos frente no solo al peligro islámico sino a las trampas del relativismo y el laicismo.
Lo dicho :
Muhamad/Islam es “Sumisión a Dios”
y Cristo/Occidente es “Aceptación de Dios”
Por eso luchamos y vencimos enla Navasde Tolosa
Gonzalo de Porras
[i] Rios, Amador de los : “Historia de la Villa y Corte de Madrid” - Tomo I .- Grabado de M. de Unceta reproduciendo la estatua del Pastor enla Capilla Mayor dela Catedral de Toledo
[ii] Fernández de Oviedo, Gonzalo : “Quincuagésimas”
[iii] Crawford, Paul F. : “Cuatro mitos sobre las Cruzadas”.- Artículo en Intercollegiate Review – Primavera 2011
[iv] Riley-Smith, Jonathan : “Que fueron las cruzadas “,Editorial Acantilado y Yale University Press.- “The Crusades, Christiaity and Islam”, Columbia University Press.- Es catedrático emérito de la Universidad de Cambrige y fundador de la “Sociedad para el estudio de las Cruzadas y el Oriente Latino”
[v] Sahih Boukhari V1B2N25:
[vi] Corán 9,(5)
[vii] Hoy dia y reconocidas porla Iglesia Católica solo subsisten en el mundo las Ordenes de San Juan y la del Santo Sepulcro
[viii] Los cristianos recibían el nombre de “asociadores”, por considerar que Jesucristo, como segunda persona de la Trinidad, estaba “asociado” a Diós. Se denominaban “hombres del libro” a Cristianos y judios porque ambos seguimos la “Biblia”
[ix] Modernamente recogido en la Encíclica “Humanae Vita” del Beato Juan Pablo II (Capítulo III – No matarás – Derecho a la propia defensa - Artículo 55)
[x] Amir al-Mu'minin, del cual deriva la expresión de las crónicas “Miramamolin”, significa Califa o Comendador de los Creyentes, que es el mismo título que emplea y otorgala Constitución de Marruecos a Mohammed VI
[xi] Rios, Amador de los : “Historia de la villa y corte de Madrid”.- Tomo I
[xii] La batalla, conocida por los musulmanes como de Al-Uqab, tuvo lugar en las proximidades de actual pueblo de Santa Elena, cerca del cual existía un lugar denominado La Losa, que según parece Arnaldo Amalarico identificó como “Tolosa”, cuando el 11 de agosto y desde Toledo, escribió al capítulo de la Orden de Cister dando cuenta de la victoria cristiana.- Rosado, M ª Dolores y Gabriel López, Manuel “: “La Batalla de las Navas de Tolosa. Historia y Mito” Jaén, 2001.
[xiii] “De agarenis audirimus quod eran octoginta millia militum, peditud vero turbae non poterant numerari”
[xiv] Martín Alhaja, al que la leyenda confunde con San Isidro, fue el inicio del linaje de los Cabeza de Vaca.- Román de la Higuera, Jerónimo : “Historia de la Imperial Ciudad de Toledo” .- Manuscrito citado por : Pellicer de Ossau, José : “Genealogia de la noble y antigva casa de Cabeza de Vaca sacada del teatro genealogico de los reyes, grandes, titvlos y señores de vassallos de España “
[xv] Escavias.Pedro de : Repertorio de Príncipes de España
[xvi] Consta de los madrileños enarbolaban una bandera blanca en la que se podía ver (sic) “ un oso negro pasante “, que era la señera del concejo dela Villa
[xvii] Porras, Gonzalo de : “Regreso a Al-Andalus : La invasión pacifica de Occidente” .- Editorial Multimedia Militar
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