Profanan un nicho y atentan contra otro en el cementerio del Carbayu de Lugones - La Nueva España - Diario Independiente de Asturias
Profanan un nicho y atentan contra otro en el cementerio del Carbayu de Lugones
Los responsables de la parroquia vinculan los destrozos con un ataque de carácter vandálico al margen de motivaciones personales
Lugones (Siero), F. TORRE
El cementerio del Carbayu, en la localidad sierense de Lugones, sufrió en la madrugada del sábado al domingo un macabro ataque. Un número indeterminado de asaltantes se internaron en el camposanto y profanaron el nicho de una familia, dispersando por el suelo restos óseos, y atentaron contra otro, que golpearon con violencia, al que fracturaron una puerta de cristal y una jardinera. Los hechos han sido denunciados ante la Guardia Civil por el párroco de Lugones, Joaquín Serrano.
El sacerdote descubrió los hechos ayer por la mañana, cuando un feligrés lo avisó, tras los oficios religiosos, de que habían asaltado el cementerio, donde apreciaba varios desperfectos. Cuando el sacerdote llegó al lugar, la escena le causó una honda impresión.
La lápida del nicho, situado muy cerca de la entrada del cementerio, estaba en el suelo, fracturada, y los huesos de uno de los difuntos que reposaban en el nicho, que se encontraban dentro de una caja metálica, estaban dispersos por el suelo del camposanto, frente al nicho. De inmediato, el sacerdote dio aviso del ataque a la Guardia Civil y también a la empresa que se encarga del mantenimiento del cementerio.
«No entiendo cómo se pueden cometer estas barbaridades. Cuando una sociedad no respeta ni a sus difuntos, es que está enferma», señaló a este periódico el sacerdote, quien añadió que el nicho que sufrió el ataque contiene restos de personas difuntas hace ya muchos años.
En todo caso, el nicho se veía bien cuidado, sin el polvo y las telarañas habituales en los camposantos, y estaba decorado con flores artificiales pero en muy buen estado, lo que hace pensar que hayan sido colocadas durante el último año. Detalles que apuntan a que los familiares de los difuntos que allí reposan siguen acudiendo periódicamente a visitar el cementerio.
A juicio del párroco, el ataque no tiene un fondo religioso, económico o personal: «Creo que simplemente se trata de un acto vandálico fruto de una noche de excesos, aunque parece absurdo que haya gente que haya perdido el norte hasta el punto de hacer esto. Seguro que no les gustaría que se lo hiciesen a algún miembro de su familia, como no nos gustaría a nadie», señala Serrano.
Las impresiones del sacerdote se ven refrendadas por la violencia ejercida contra el otro nicho, donde reposan los restos de una mujer fallecida en el año 2000, y que se sitúa a ras del suelo, lo que hace pensar que le dieron una patada de la que se iban del camposanto.
Después de que la Guardia Civil tomase las pertinentes muestras en el lugar de los hechos, la funeraria se encargó de recoger con sumo cuidado los restos óseos profanados, que se veían muy antiguos, y los depositó en una bolsa de plástico mientras llegaba el enterrador, que los colocó en una bolsa de PVC para reintegrarlos a la caja, que fue introducida de nuevo en el nicho, tras lo cual rehízo el tabique que lo cierra. El brutal y macabro ataque al camposanto causó hondo malestar entre los vecinos del barrio del Carbayu, un tranquilo enclave localizado en las cercanías del parque de La Acebera, algunos de los cuales recordaban un reciente asalto al campo de fútbol, situado junto al cementerio.
Última edición por Scolastica; 24/09/2012 a las 11:33
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