Veo que el joven tiene una correcta relación entre fealdad física y fealdad espiritual, siendo la segunda la verdaderamente importante. Me causaba carcajada ver a unos niñatos descerebrados pasearse con banderas comunistas con la imagen de Lenin (líder conocido por sus pacifistas políticas en las que nunca se asesinaba a la oposición ni se hacían purgas de disidentes) y haciendo pintadas totalmente irrisorias contra el clero más las sonadas proclamas de quemar sacerdotes. Porque como sabemos todos, son los curas los que están metidos en los cuatro lobbies financieros que controlan la economía mundial y que conforman el denominado Mercado, ordenando a los líderes políticos internacionales a definir una política que beneficie sus negocios a cambio de financiación. ¡Demencial!

Pero tampoco hay que sorprenderse, estos bisoños comunistoides son una parodia de lo que es la extrema izquierda española, que con los años ha aprendido a ser más discreta, pero que si les abrimos por dentro, nos encontramos a seres tan desagradables como el de la imagen.