Paradójicamente, Le Pen que es la defensora de los valores de la revolución francesa es ahora la apestada por la secta que la impulsó.
Al menos aparentemente paradójico, porque la aspiración de la revolución francesa, como toda revolución era total, imponerla para todos los seres humanos.
El estado nación democrático no era sino una etapa intermedia para la revolución total, al igual que los comunistas veían encesario un establecimiento del capitalismo como paso previo al socialismo.
Encontré estas citas de Victor Hugo que dejan a las claras que el nacionalismo no era desde luego el objetivo final de la revolución francesa:
"...Un día vendrá en que habrá dos grupos inmensos, los Estados Unidos de América y los Estados Unidos de Europa,situados uno frente al otro y se tenderán la mano sobre el mar.
En el siglo XX habrá una nación extraordinaria que tendrá por capital París pero no se llamará Francia, sino Europa.
Se llamará Europa en el siglo XX y en los siguientes y aun trasfigurada se llamará Humanidad.
La Humanidad, nación definitiva.”
—Victor Hugo, 21 agosto 1849, congreso internacional de la paz
"¡Adios Francia! Eres demasiado grande para no ser más que una patria.[...] Todavía un poco de tiempo y te desvanecerás en la transfiguración.
Eres tan grande que no vas a existir más. Ya no serás Francia, sino la Humanidad; ya no serás nación, sino ubicuidad.
Tu estás destinada a disolverte por completo en radiación, y nada es más augusto en esta hora que la desaparición visible de tu frontera.”
—Victor Hugo, El porvenir, exposición universal de Paris, 1867
Una vez que los dirigentes de la revolución consideran que la etapa del estado nación ha sido superado, sus defensores pasan a ser apestados.
Por lo tanto, en mi opinión, Marine Le Pen es una revolucionaria conservadora, que sobre todo está molesta de que la revolución no se haga en francés, sino en ignlés.
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