Re: Don Juan Carlos anuncia que abandona España.

Iniciado por
ALACRAN
La verdad es que me es imposible leer en general a ese malhablado de Luis Coleto. El fenómeno moderno de la zafiedad lo vengo percibiendo en algún que otro aspirante a opinante en otros medios. Hasta para las palabrotas hay que tener algo de arte.
El victor va solo a lo escrito por Valmadian.
Así es, también creo que se pasa usando algunos términos. Pero la alternativa es no reproducir algunos artículos que en su intención sí me gustan. Es uno de esos periodistas, lamentablemente pocos, que no tienen miedo ni pelos en la lengua. Algunas veces cuando traigo acá sus artículos me dan ganas de "censurar" esos términos, pero no es mi derecho y, en cualquier caso, debería ser el medio que le paga, El Correo de España, quien le pusiese coto al respecto.
En cuanto a la creciente tendencia a usar palabras gruesas, no me sorprende, son el reflejo de la temperatura nacional que va subiendo muchos grados. Porque ya se dirá cómo tragar esto en la política, que estamos pagando todos y esto es algo que parece ser que la gente no acaba de entender. Prevengo sobre el lenguaje barriobajero, chabacano, grosero e inusitado en la boquita de una de PODEMOS, como no podía ser menos.
https://www.hispanidad.com/confidenc...20359_102.html
Y ya, en este caso, no se trata de lo que ha hecho Campechano I, sino de lo que le acusan quienes lo acusan, porque no cabe mayor desvergüenza ni ejercicio de golfería.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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