El ministro del Interior ha informado sobre la excarcelación de De Juana dos horas después de que el etarra haya salido por la puerta de atrás del Doce de Octubre rumbo al País Vasco. Tras reunirse con los portavoces parlamentarios y con una enorme expectación, ha declarado que se le ha concedido la "prisión atenuada" para "evitar su fallecimiento" y "permitir su recuperación". Se ha basado en "razones legales y humanitarias" en una decisión que, según ha dicho, ha tomado "personalmente". Ha alegado informes médicos que alertaban de un grave riesgo de muerte. "A nosotros nos importa la vida", ha dicho al intentar explicar los motivos.
En una comparecencia ante los medios, Alfredo Pérez Rubalcaba ha detallado que la decisión se produce "a propuesta de la junta de tratamiento de la prisión de Aranjuez", donde cumplía prisión el terrorista y "cuenta con la aprobación del juez de vigilancia de la Audiencia Nacional". Ha sido "otorgada esta mañana, previo informe favorable del fiscal", ha continuado antes de anunciar la medida: la clasificación del etarra como preso "de segundo grado" de acuerdo con "el artículo 100.2" del reglamento.
"Va a cumplir su condena en régimen atenuado por su grave estado de salud", ha proclamado Rubalcaba. El objetivo, "evitar su fallecimiento y permitir su recuperación". "En términos coloquiales, se trata de prisión atenuada, no de libertad condicional" ni de "tercer grado", ha enfatizado antes de decir que el etarra "va a seguir cumpliendo su condena". "En primer lugar, en un hospital del País vasco y cuando sea posible en su domicilio hasta su total restablecimiento", ha dicho, "siempre con vigilancia permanente".
Para justificar esta polémica medida, Rubalcaba se ha escudado en su convencimiento de que De Juana moriría si no saliera de prisión y también en el delito por el que cumple condena. El ministro del Interior ha dedicado el resto de su comparecencia a enfatizar que no le hubieran sacado de la cárcel si estuviera en prisión por asesinato y en proclamar la defensa del derecho a la vida que incorpora la Constitución, aunque eludiendo que ha sido el propio preso quien se ha colocado en esta situación con su huelga.
Una decisión "personal"
El ministro se ha apoyado en los informes médicos, que según ha dicho, "son concluyentes". "El riesgo para su vida es muy alto y el riesgo de secuelas permanentes es aún mayor, ha argumentado. Rubalcaba ha anunciado que ha tomado "la decisión personalmente" y la ha "tomado por razones legales y humanitarias". Sin embargo, cabe destacar que una decisión de este calado no puede ser tomada personalmente por un miembro del Gobierno.
Además ha insistido en que se trata de "una decisión escrupulosamente legal" que cuenta con el informe favorable del fiscal general de Estado. Del mismo modo, ha querido dejar claro que "no está en este momento en prisión por los atentados que cometió", si no por un delito de amenazas que, además "no son amenazas terroristas".
Ha querido suavizar su postura diciendo que "a algunos nos podrá parecer que cumplió poco, pero ya cumplió y eso es el Estado de Derecho" y ha reiterado que "tiene que quedar claro que está en prisión por un delito de amenazas y no por asesinato, si no, no habría tomado esta decisión". Ha dicho que "si no le quedara algo más de un año por un delito de amenazas no habría tomado esta decisión".
Alega el "derecho a la vida"
En este sentido, Rubalcaba ha señalado que ha tomado la decisión "por cuestiones de tipo humanitario, creo que habría fallecido, según los informes médicos de que dispongo" y ha añadido que "una de las diferencias entre los terrorista y los que no lo somos es que a nosotros nos importa la vida y ahí reside nuestra mayor legitimidad moral". En este punto, ha explicado que "el derecho a la vida, tanto física como en su vertiente moral, constituyen el soporte fundamental de los demás derechos de la Constitución".
El titular de Interior ha aprovechado para recordar que el PP hizo lo mismo "en unos 20 casos" durante su mandato: "Esas razones humanitarias han estado presentes en innumerables casos anteriores, en muchos casos con penas más graves, con más años".
Alfredo Pérez Rubalcaba ha dicho que ha meditado mucho "sobre las consecuencias de hacerlo y de lo que podría haber pasado si no lo hubiera hecho" y ha indicado que "el Estado tiene que ser humanitario incluso con aquellos que no lo fueron con él".
Decisión "controvertida" pero "muy medida"
En el turno de preguntas, ante la posibilidad de que el etarra recobre la salud, ha dicho que "si se recupera pasará a su domicilio con controles, esa es la previsión que tenemos". También le han preguntado si ha habido precedentes en la excarcelación de un preso en huelga de hambre. "No lo sé", ha dicho. "Sé que sí en casos distintos" de presos con "problemas psicológicos" y con riesgo de suicidio. Respecto a si esperan un inminente comunicado de ETA tras la medida, ha dicho que "taxativamente no". Sobre las víctimas, ha afirmado que las informarán, "por supuesto".
Ante la insistencia de los periodistas, Rubalcaba ha insistido en el argumento de que "el señor De Juana" no cumplía prisión por sus crímentes sino que "cumplió lo que le mandaron los jueces". La decisión, que ha calificado de "controvertida", está "muy medida". "Lo que dice la Constitución sobre la protección de la vida vale sobre quien quiere vivir y quien no", ha argumentado. "He pensado en las consecuencias, he pensado en lo que hubiera podido pasar" si no hubiera adoptado la medida, ha concluido.
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