La vieja guardia del PSOE arropa a Vera y se atribuye el principio del fin de ETA

M. CALLEJA. MADRID.

Mientras una parte del PSOE mira al pasado para revisar la política penitenciaria de los Gobiernos de José María Aznar, otra, la vieja guardia socialista, con Felipe González a la cabeza, aprovechó la presentación del libro autobiográfico de Rafael Vera «Las 19 puertas» para mirar un poco más atrás todavía y atribuirse el principio del fin de ETA.
Parecía un viaje en el tiempo, un traslado a los años del felipismo. En el hotel de la calle de Velázquez de Madrid donde se presentaba el libro del ex secretario de Estado de Seguridad se dieron cita, además de Felipe González, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José Luis Corcuera, Francisco Fernández Marugán, Rosa Conde, Juan Barranco, José Acosta, Carmen Romero y Joaquín Leguina, entre otros. En mitad del acto apareció Alfonso Guerra. De los de ahora, de la dirección socialista actual, no se dejó ver ni uno.

Que nadie espere encontrar en el libro de Vera la historia que nunca se contó de aquellos años en el Ministerio de Interior, o datos desconocidos hasta ahora relacionados con los GAL. Que tampoco espere que Vera ha aprovechado sus meses en la cárcel para hacer un ajuste de cuentas. No. El libro es un relato hecho desde la cárcel, en el que se describen asesinatos, penas, reformas, reuniones, viajes «e intenciones para vencer la pesadilla del terrorismo y mejorar el país», pero no hay ni venganza, ni «ajuste de cuentas».

El ex presidente González fue, junto a Ibarra, el encargado de presentar la autobiografía de Vera. Y empleó su turno para reivindicar lo suyo, es decir, para proclamar a todos que aquellos años fueron los mejores, o casi. En concreto, sobre la lucha antiterrorista aseguró sin titubeos que por mucho que se discuta y se diga ahora «el punto de inflexión de la derrota de ETA se produce en ese periodo», y en particular se refirió a la operación policial de Bidart, que descabezó a la banda terrorista en aquella localidad francesa. «Fue el principio del fin», subrayó. En ese contexto, elogió la labor de Rafael Vera en el Ministerio del Interior en una época en la que «se quebró el espinazo de ETA».

Más aún, añadió que la mayor debilidad contra la banda terrorista se produjo durante la primera legislatura de José María Aznar, a partir de septiembre de 1998, coincidiendo con la tregua que declaró la banda. «En esa fecha, ETA estaba derrotada, y quizás a alguien le entró el síndrome del Premio Nobel de la Paz y dio espacio para que de esa derrota surgiera una reconstrucción».

González también se atribuyó el primer intento para ilegalizar «el brazo político» de ETA, Herri Batasuna, pero aclaró que los tribunales se lo impidieron. Lo dijo «para que no se pierda la memoria histórica».

La «conspiración»
El ex presidente se refirió a la «conspiración» que, según dijo, algunos llevaron a cabo en los últimos años de su mandato para desalojar al PSOE del poder y «conseguir mediante el juego sucio un triunfo electoral que le negaban los ciudadanos». En concreto, citó las declaraciones de Luis María Anson en 1998 cuando reconoció esa «conspiración». Por eso, aseguró que Rafael Vera ha pagado «más que nadie una cacería» que iba contra él, y que se hizo más fuerte, dijo, porque el PSOE no perdió las elecciones de 1993 (las últimas que ganó antes de la victoria del PP en 1996).

González mencionó de pasada los GAL. Tan sólo para decir que si ahora alguien quiere hacer una comisión de investigación sobre aquella banda terrorista, que lo haga, «pero que no lo paren, como pasó en el Senado, que a la semana de constituirse se paralizó». Quizás para tratar de promocionar un libro en el que el propio autor asegura desde el principio que no va a desvelar nada que pueda perjudicar a otras personas, González advirtió que «el libro va a empezar el proceso de esclarecimiento», aunque luego matizó que ese proceso «lo empezó Anson».

Respecto a la tensión política que se está viviendo en las últimas semanas en España, el ex presidente comenzó que esto «no comenzó el 11-M ni el 14-M». Así, leyó un fragmento del libro de Vera en el que éste comprobó, hace 14 años, que el entonces líder de la oposición, José María Aznar, iba a utilizar la lucha contra el terrorismo «para hacer oposición».
González tuvo un recuerdo para los que le han sucedido, incluido Zapatero: «Parece que ahora todo el que llega a presidente del Gobierno es adanista. Antes de Adán no había nada, sólo Dios».
Si la intervención de González fue para reivindicar su etapa de Gobierno, sobre todo en la lucha contra el terrorismo, la de Juan Carlos Rodríguez Ibarra fue una vuelta a un lenguaje desfasado, clasista, que a estas alturas de la historia en Madrid suena a película en blanco y negro.

El presidente de la Junta de Extremadura, a punto de jubilarse políticamente, hizo una comparación del Día de la Mujer con la izquierda. Aseguró que la mujer ha tenido que demostrar a lo largo de la historia que vale lo mismo que el hombre con el doble de esfuerzo. «Lo mismo ocurre con la izquierda y la derecha. La derecha es la familia, la unidad de la patria, y la izquierda es el desorden, el aborto libre, el ladrón...». «La izquierda tiene que hacer el doble de esfuerzo para demostrar que somos patriotas, que creemos en la familia y que algunos no nos hemos divorciado». En esto estaba cuando relacionó la excarcelación del etarra Ignacio de Juana Chaos con otras «cesiones» que ha hecho la izquierda. «Algunos no han entendido que nuestro país ha sido consecuencia de que la democracia se ha construido con cesiones y no cesiones, pasos adelantes y pasos atrás». En ese sentido, aseguró que la izquierda tuvo «que hacer una cesión enorme en la transición. Queríamos la ruptura, y aceptamos la reforma. Fue la primera cesión a un chantaje que hicimos los demócratas».

Ibarra intentó «influir»
En el Pleno de la Asamblea extremeña, Ibarra reveló ayer que en los meses previos a la excarcelación de De Juana intentó «influir» para que el Gobierno dejara morir al etarra, porque pensaba que era lo correcto en ese momento. Sin embargo, volvió a corregirse a sí mismo y reconoció que se ha «plegado» a las posiciones de Zapatero porque siempre tiene más información.


http://www.abc.es/20070309/nacional-...703090245.html