Al final, como era de esperar, la concentración para homenajear al etarra Sabin Euba se produjo brevemente en Amorebieta. Varios centenares de bestias se reunieron y portaron una pancarta con el lema "Contra la represión. Autodeterminación y amnistía" *. Permanecieron veinte minutos arremetiendo verbalmente contra la Ertaintza y el PNV, hasta que su pastor les dijo que a casita.
La cosa no acabó ahí, y para ser fieles a su fama de buenos ciudadanos, como despedida volcaron y atravesaron contenedores en la calle mientras se dirigían a la antigua casa del prota de la movida, el asesino al que tan tiernamente sus amigos denominaban pelopintxo. Todo ello una democrática y cívica actuación reivindicativa.
La actuación de la Ertaintza tampoco defraudó al público, y, una vez más fue patética, permitiendo que la horda se quedara a escasos doscientos metros de la plaza y que lanzaran sus gritos tranquilamente, y que por supuesto jugara con el mobiliario público, que para eso es de todos.

Con un poco de suerte tendremos más de estas en lo que queda de año, porque somos un país superprogre y nos gusta muchísimo ver como se vitorea y recuerda en nuestras calles a los asesinos etarrunos.

¡ Viva la libertad de expresión y viva el talante!


*(Las palabras en rojo son lo que considero burdas palabrejas usadas como comodín en las manifas de la chusma esta.