Los inmigrantes musulmanes destacan de la sociedad el valor de la libertad y la atención sanitaria pública que reciben en España, un país en el que la mayoría dice sentirse bastante a gusto y en el que pueden practicar su religión sin grandes obstáculos.

Son algunas de las conclusiones de un estudio realizado para los ministerios de Justicia, Interior y Asuntos Sociales sobre la integración de este colectivo, el más numeroso, realizado a través de una encuesta a dos mil inmigrantes musulmanes que viven en nuestro país, la mayoría procedentes de Marruecos (el 57%), Senegal (12%), Pakistán (11%) y Argelia (5%).

Tres de cada cuatro entrevistados muestran su satisfacción por haber cumplido con sus expectativas, el 83% dice sentirse totalmente o bastante adaptado a la vida y a las costumbres españolas y un porcentaje algo superior declara no encontrar obstáculos para practicar su religión. Respecto al grado de confianza en las instituciones, otorgan la mayor puntuación a las ONG, con un 7, seguido de la Corona, con un 6,9 y el Parlamento, con un 6,3.

Casi la mitad se considera musulmán muy practicante (el 49%), mientras que el 34% se autocalifica de practicante ocasional. Además, el estudio compara las cifras con las del conjunto de la sociedad española, que indican que un 20% dice ser muy practicante, y las asimila con la situación de los católicos en los años 70.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha destacado los resultados de la encuesta que describen "una colectividad bien integrada y satisfecha" con el trato que reciben y que se siente libre para practicar su religión. No obstante, ha señalado que el Gobierno está muy atento ante cualquier fenómeno extremista que -opina- hay que "corregir de manera tajante" con la ley.

Desde Justicia, Mariano Fernández Bermejo ha señalado que la integración "exige no perder la cara al futuro" y ha apostado por seguir trabajando con los colectivos de musulmanes para avanzar en ámbitos como la enseñanza de la religión.

La encuesta destaca que el colectivo entiende y practica un islám tolerante y abierto, que la mayoría cree absolutamente inaceptable la violencia como forma de defender o difundir las creencias religiosas y que opina que ninguna religión es superior a otra. Nueve de cada diez repudia la violencia para difundir creencias, el 82% asegura compatible ser buen musulmán y español y el 64% de los encuestados afirma que no existe rechazo y recelo respecto a la religión musulmana en la sociedad española.
Esta apreciación contrasta con la actitud de rechazo de los españoles hacia los inmigrantes, especialmente a los de nacionalidad marroquí, que según el CIS se ha multiplicado por cuatro en los últimos cuatro años y que en el caso de las manifestaciones de racismo pone en relación árabe-musulmán-terrorista.

Durante la presentación del estudio, la secretaria de Estado de Emigración e Inmigración, Consuelo Rumí, ha apostado por seguir trabajando para mantener la tendencia del informe y para combatir cualquier riesgo o conflicto que pueda surgir en torno al fenómeno migratorio.