¡Pare de pagar!
Sobre la así llamada "Iglesia Universal"
Reflexiones sobre sus publicaciones en "El Universal".
Alumnos del Instituto S. Tomás de Aquino / San Luis, Argentina
1. "El Universal", Domingo 6 de Agosto del 2000.
¿Cómo interpreta el "obispo" Masedo el Santo Evangelio Mt. 5,37?
"Sea pues vuestra palabra: Sí, sí; no, no. Lo que se diga de más proviene del maligno" (Mt. 5,37).
"Eso significa decir que no debemos jamás permitir que nuestro corazón sea indeciso. Y en el caso de cualquier duda o indecisión, la mejor opción es el no definitivo, y rápido".
Pero Jesucristo en este texto del evangelio se refiere explícitamente a otra cosa:
"También habéis oído que se dijo a los antiguos: no perjurarás, pero cumplirás al Señor tus juramentos. (Dt. 23,22). Pero yo os digo que no juraréis de ninguna manera: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es ciudad del gran Rey; ni por tu cabeza, porque ni un cabello puedes volver blanco o negro. Sea pues vuestra palabra: Sí, sí; no, no. Lo que se diga de más proviene del maligno." (Mt. 5,33-37)
Se refiere al juramento que no debe hacerse, sino que el cristiano debe ser veraz, que cuando es sí diga sí y cuando es no diga no.
Vemos como este hombre que se auto titula obispo cambia el significado de las palabras de Cristo.
Pare de sufrir
Este es el lema que encabeza el periódico "El Universal" con el cual se nos propone que viviendo nuestra fe cristiana y pagando el diezmo nos libraremos de todo sufrimiento de este mundo.
Pero Jesucristo exhorta a sus discípulos a llevar la cruz cada día: "Luego dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. En efecto, ¿Qué aprovechará al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?, o ¿Qué dará el hombre a cambio de su alma? (Mt. 16,24-26)
Vemos en las palabras de Cristo que ofrece a sus discípulos el sufrimiento de la cruz (como Él mismo la llevó) para salvar el alma. Por eso en esta vida no podemos pretender dejar de sufrir. Por lo tanto una persona puede ser buen cristiano y sufrir en este mundo por problemas de salud, económicos, de familia, etc. Como es el caso de Job: "Este hombre era íntegro y recto, temeroso de Dios y alejado del mal". (Job 1,1). Y sin embargo este hombre justo sufrió, perdió su familia, sus bienes materiales, por una prueba que Dios le puso. Y dice el apóstol San Pablo que: "los judíos y los malos cristianos son enemigos de la cruz de Cristo, es decir, porque consideran al sufrimiento como castigo a la maldad del hombre". "Porque el lenguaje de la cruz es locura para los que perecen, mas para nosotros, que nos salvamos, es poder de Dios. Pues está escrito: Inutilizaré la sabiduría de los sabios y anularé la inteligencia de los inteligentes. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el investigador de este mundo?¿No entonteció Dios la sabiduría del mundo? Ya que el mundo, con la propia sabiduría, no reconoció a Dios por la sabiduría divina, quiso Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Porque los judíos piden milagros, y los griegos buscan la sabiduría; mas nosotros predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles; pero poder y sabiduría de Dios para los llamados, judíos o griegos. Pues la locura de Dios es más sabia que los hombres". (1Corintios 1,18-25)
Y vemos que tanto como en el caso de Job en el Antiguo Testamento (de los judíos) como en el testimonio de Cristo (del Nuevo Testamento), que si hemos permanecido fieles a Dios, cumpliendo sus mandamientos, Dios nos recompensará en la vida eterna con la felicidad definitiva y en esta vida con la paz del corazón y la conciencia.
Sobre el diezmo
La iglesia universal hace depender el bienestar económico, familiar y físico de la fidelidad a Dios y esta fidelidad se expresaría a través del diezmo, que no es para dios sino para los pastores. Pero la fidelidad a Dios consiste en el cumplimiento de la Ley Divina dentro de la cual está incluido que el cristiano colabore voluntariamente con sus bienes, no para comprar el bienestar sino para colaborar en la obra de evangelización.
2. "El Universal", Domingo 20 de Agosto del 2000.
Fe y dudas
Dice el "obispo" Macedo (El Universal, 20 de agosto del 2000), que "la fe no tiene lógica, porque es una certeza de cosas invisibles y todo lo que requiere un juzgamiento previo de la mente se contrapone a la fe..."No debemos mirar las cosas que se ven, porque son temporales, sino las que no se ven, que son eternas". (2Corintios 4,18). El demonio tentó a Jesús con dudas".
Pero el demonio no tentó a Jesús con dudas, sino muy concretamente con:
1) convertir las piedras en pan
2) arrojarse de lo mas alto del templo para que Dios lo socorriese.
3) adorar al demonio para conseguir los reinos del mundo y su gloria. Las dudas no siempre vienen del demonio (lo cual es una tentación) sino que pueden surgir del mismo proceso de la fe, que aunque se trata de cosas invisibles no se contraponen al razonamiento, la lógica y el juicio de la mente. Por eso dice San Pedro: (1º Carta 3,15) que debemos estar "preparados para presentar una defensa con mansedumbre y respeto ante todo lo que os pida razones de la esperanza que hay en vosotros". El razonamiento, propio del ser humano, debe ayudarnos a comprender mejor las cosas de Dios. Y dice San Pablo (Romanos 1,19-20) que Dios manifestó a los paganos sus secretos, no por la Biblia (en la cual no creían) sino a través de las cosas visibles del mundo, de tal modo que razonando lógicamente a partir de las criaturas visibles pudieran llegar al Creador invisible. El juzgamiento previo de la mente no se opone a la fe, sino que puede estar al servicio de la misma.
En concordancia con la opinión de Macedo, el "obispo" Paulo Roberto malinterpreta la historia de José el Patriarca (Génesis 37) donde por revelar su sueño a sus hermanos, ellos lo venden como esclavo. De allí concluye Paulo Roberto: "A veces usted viene a la iglesia universal y escucha una palabra de vida, que lo anima, pero al compartirla con alguien las palabras de duda comienzan a aparecer... No es bueno revelar la visión que Dios colocó en el corazón. Satanás quiere poner trabas para que su
sueño se vea frustrado"
Pero lo que quiere Paulo Roberto es impedir que las personas que van a su iglesia puedan discernir los engaños consultando con otra persona, huyendo de "la lógica" supuestamente opuesta a la fe.
Leemos en Génesis 41 que otros hombres que tuvieron sueños, sí consultaron (con José) y descubrieron la verdad; es decir que debemos consultar con quien sepa y pueda ayudarnos a discernir entre la verdad y el error, con quien pueda resolver nuestras dudas (no hacerlas a un lado, como el avestruz que esconde la cabeza para no ver el peligro). Si consultamos a un sacerdote, encontraremos muchas respuestas y verdades, y con el discernimiento no seremos engañados por el demonio ni por
sus secuaces.
3. "El Universal", Domingo 3 de septiembre y 10 de septiembre del 2000.
En estos dos periódicos los sendos obispos Macedo y Paulo Roberto nos hablan sobre el infierno y el purgatorio. Respecto del infierno dicen que existe en el centro de la tierra un lugar físico de fuego, y que fue descubierto por un científico llamado Azzacove; excavando llegaron a "perforar las puertas del infierno. Encontramos una gran caverna, con 1093º C. Bajamos un micrófono protegido; oímos una voz humana que gritaba de dolor... gritos de millones de seres humanos".
Pero el infierno no puede ser un lugar físico, porque sabemos que el cuerpo (físico) de los difuntos va al cementerio, que es el lugar para todos, buenos y malos por igual. El alma del difunto que es juzgada y reprobada por Dios, es la que va al infierno, que es un estado espiritual sin Dios para siempre; cuando Cristo dice: "id malditos al fuego eterno" (Mateo 25,41) se refiere al sufrimiento del alma que no quiere amar a Dios y por eso no puede estar con Dios. Es lo que llamamos "la pena de daño"; además se agrega "la pena de los sentidos", pues ese sufrimiento espiritual se prolonga en el sufrimiento de los sentidos. Después de la resurrección, en el Juicio Final, también sufrirán los cuerpos resucitados. Pero todavía falta para el Juicio Final.
Respecto del purgatorio dicen: "el purgatorio no existe, es un engaño. Esta vida es la única oportunidad que tenemos para ser salvos"... "Muchos creen en una segunda oportunidad después de la muerte".
Pero el purgatorio, tal como lo enseña la Biblia y la Iglesia Católica, no es una segunda oportunidad para los que han muerto en pecado mortal, o sea sin amar a Dios y sin arrepentirse de sus pecados. Sino que aquellos que han muerto con pecados veniales (no mortales), y por lo tanto sin estar totalmente amando a Dios pero tampoco totalmente apartados del amor de Dios, están en una etapa intermedia de purificación de sus pecados veniales; porque para poder ver a Dios cara a cara debemos estar totalmente purificados y totalmente amando a Dios.
El Cielo es, entonces, un estado espiritual del alma de felicidad por ver a Dios (gozo esencial) y también hay un gozo complementario (accidental) en nuestros sentidos, gozo que es prolongación del gozo espiritual.
¿Por qué las sectas no creen en el purgatorio?
1) Porque Lutero, el que dio origen en el siglo XVII a las sectas que existen ahora, suprimió de la Biblia los libros de los Macabeos, donde hace referencia al purgatorio: "Judas Macabeo mandó hacer este sacrificio expiatorio por los difuntos, para que quedaran libres de sus pecados" (2 Macabeos 12,46).
Si esos muertos hubieran pasado directamente al Cielo o Paraíso no necesitarían esos sacrificios expiatorios. Además dice Cristo que "hay pecados que pueden ser perdonados en el otro mundo" (Mateo 12,92).
2) Las sectas no conocen la diferencia entre pecado mortal y pecado venial.
Pero "hay un pecado que lleva a la muerte, pero hay otro pecado que no lleva a la muerte" (1 Juan 5,16-17).
O sea pecados que matan la amistad con Dios (pecado mortal), y pecados que no la matan sino que la hieren o debilitan (pecado venial) parcialmente. No es lo mismo asesinar a un niño inocente que copiarse en una prueba o robar $1, todo esta mal pero uno tiene mas gravedad que otro.
4. "El Universal" Domingo 17 de Septiembre del 2000
¿Cómo nace un hijo de Dios?
Según el pastor Macedo, "nadie nace hijo de Dios o se vuelve hijo de Dios a causa de un simple bautismo en la niñez"... "La concepción de un hijo de Dios se da cuando la persona tiene conciencia de su pecado, se siente perdido, y busca en el Señor y Salvador Jesús su salvación".
Pero: San Pablo relaciona explícitamente el nacimiento sobrenatural (una vida nueva) con el bautismo: "¿Acaso ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte?... para que así también nosotros vivamos una vida nueva"(Romanos 6,3-4). Además por el bautismo recibimos el Espíritu Santo y se nos perdonan los pecados: "que cada uno se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos 2,38).
Cuando Cristo dice que debemos "nacer del agua y del Espíritu Santo"(Juan 3,3-5) el pastor Macedo interpreta el agua como la palabra de Dios, y el Espíritu Santo que "envuelve a la persona como hizo en María, que trajo al mundo a Jesús".
Pero: expresamente dice Juan Bautista que Cristo nos "bautizará en el Espíritu Santo" (Marcos 1,8)
¿Por qué pentecostales (y en general los protestantes) no dan valor real al bautismo?
Porque para ellos es sólo un signo externo, como un rito sin valor; no tienen en cuenta la obra de Dios realizada a través del Sacramento. Sólo realizan la obra del hombre, que consiste en arrepentirse de los pecados.
Pero en el fondo, la religión queda reducida a acciones del hombre, dejada de lado la acción de Dios.
Por eso no aceptan el bautismo de los niños, en donde el hombre no realiza ningún acto positivo de conversión.
Pero: "La pura gratuidad de la gracia de la salvación se manifiesta particularmente en el bautismo de niños" (Catecismo de la Iglesia Católica Nº 1250).
Recordemos que los judíos circuncidaban a los niños al 8º día de nacer, pues así ingresaban al Pueblo elegido de Dios, y por tanto se hacían hijos de Dios según la ley de Moisés.
CONCLUSIÓN: No permita que lo sigan engañando los "pastores de su propio bolsillo".
http://www.apologetica.org/iglesia-universal.htm
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