Tema: Micros Ateos en Gran Bretaña y España

“Dios existe para que disfrutes de la vida”

Colocan una pancarta en una vía de acceso a Pamplona El bus-ateo pretende expandirse por toda España. De hecho, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, ya ha dado el visto bueno. También pretende llegar a Pamplona. Así que ante la amenaza, en la mañana de este miércoles ha aparecido una pancarta en la A15 (a la altura de Cizur), una de las principales vías de acceso a la ciudad. El texto es bastante explícito: “Dios existe para que disfrutes de la vida”. Olé por una iniciativa sin autoría conocida. Más bien parece la respuesta espontánea del pueblo fiel frente a la amenaza laicista de algunos.



http://www.hispanidad.com/completo.aspx

¿Cómo se hace para que al copiar las fotos no salgan tan grandes, como a veces pasa?

Yo no creo razonable tomar la actitud de los mahometanos ante tamaños insultos, aunque ganas no me faltarian para hacerlo.
Creo que lo razonable seria iniciar acciones legales.
Si religiosamente no les ha de importar nada, por lo menos que les "duela el bolsillo" ante la indemnizacion. Obviamente si encontramos un juez que le de procedencia a la accion.
Lo cual en mi pais es bastante dificil, aun asi, nosotros podemos pedirles a DIOS que nos ayude. Ellos NO.

Saludos, gabriell-a

"Lo que pasa es que Dios es demasiado grande como para contenerlo en una foto". Groucho de Bouillon.

Cuando lleguen las elecciones municipales Ruíz Gallardón pedirá el voto de los católicos, pues ya saben éstos a quien no han de votar "per secula seculorum..."pero al Albertito hay que hacérselo saber.

Hoy me han comentado que algunos conductores de estas líneas ateas se están negando a conducir los nefastos autobuses, para ello alegan motivos de objeción de conciencia ¿será verdad?

No me extraña. Ya he sabido de un caso de objeción en Londres, donde empezó esa estupidez.

Ante el inicio de la campañita en Madrid, por fin la Conferencia Episcopal Española se ha decidido a "mover ficha", claro que antes ya lo habían hecho desde el Vaticano.

Así, en escueta nota han afirmado que: "insinuar que Dios probablemente sea una invención de los creyentes y afirmar además que no les deja vivir en paz ni disfrutar de la vida, es objetivamente una blasfemia y una ofensa a los que creen".

Y con esto, y algo más, el asunto queda zanjado, como si a los de esa entelequia de la "Unión de Ateos democráticos y Holograma Mental de Librepensadores" les importase un pito cometer blasfemias. Más aún, les complace sobremanera saber que nos ofenden, a Dios no pueden, pero a nosotros lo que se quiera y así hasta que...

Afortunadamente, por unas razones o por otras, en ciudades como Roma, Milán, Génova (menudo ejemplo para Barcelona y Madrid), e incluso Zaragoza en Ex-paña, ya les han dado con la puerta en los morros a estos representantes del encefalograma plano a causa de la vaciedad neuronal y, por ende, moral.

Dios en paz







ANTONIO GARCÍA BARBEITO



Viernes, 13-02-09


Si yo estuviera entre quienes promueven esa campaña que trata de algo tan delicado como la fe, de lo primero que me preocuparía es del lema, porque si los que se supone que no creen dicen «probablemente», ya ven la fuerza que deben de tener para animarnos a vivir a pierna suelta sin preocuparnos de Dios. Por lo tanto, me parece una osadía tratar de convencer a los demás de algo de lo que no estamos del todo seguros. Cuando alguien se planta no ya con un argumento sino con un convencimiento, podrá o no estar equivocado, pero al menos está seguro de lo que dice. Pero si los de la campaña de los autobuses no se atreven a asegurar nada, ¿cómo se atreven a decirles a los demás que no se preocupen de Dios, porque probablemente no exista?
Me parece una chapuza de dos pares. Bien podrían dejar a Dios en paz y preocuparse de hacer de sus credos un útil social, porque de poco vale que usted me diga que mi fe no tiene sentido, si encima no viene con un credo convincente. Hay mucha gente que vive feliz precisamente por creer en Dios. Y, como decía Machado —Antonio Machado, el republicano, no Manuel—, amén de la aseidad de Dios está la importancia de creer que exista, que es, según el poeta, más importante aun que la propia existencia de Dios. Muy empeñados están los de Izquierda Unida del Ayuntamiento en que la campaña circule —nunca mejor dicho— por Sevilla en los laterales de los autobuses urbanos. Pues miren, señores, los sevillanos, incluso los más ateos, son capaces de darle más probabilidad de existencia a Dios que a su gestión, siempre encaminada a disparates que cuestan mucho y no dejan nada. Pero se ve que aquí se trata, para algunos, de acabar con todo lo que huela a Dios o a sus alrededores. Primero, la cursilada sin nombre del solsticio, porque la palabra Navidad es un insulto, ¿no? Y ahora esta batahola de que probablemente Dios no exista y vive como quieras. Pues lo único que le hace falta a algunos gamberros es que los animemos a que vivan felices con sus gamberradas, sin el más mínimo temor de Dios, como se decía antes. Chapuza total ese lema, por su inseguridad, por su incapacidad para negar a Dios sin dudarlo. Si es probable que Dios no exista, también será probable que exista, ¿o no? Mientras llega el autobús, mejor que vivamos con preocupación, porque lo que no sólo es probable sino seguro es que no existan muchos políticos con dos dedos de frente.

http://www.abcdesevilla.es/20090214/...902132217.html

El autobús ateo







VÍCTOR GARCÍA RAYO



Martes, 24-02-09


El autobús es ateo por definición. Son ateos por convicción quienes van a colocar esos carteles en los autobuses de Tussam porque Dios quiere. Las calles por las que la empresa municipal de autobuses paseará su mensaje de incredulidad son las mismas que llenaremos de cera dentro de unas semanas, que serán besadas de lado a lado por las bambalinas de Sevilla, que son las que saben de creencias.
Sevilla tiene asumido que la vida es un trayecto con transbordo, y que Dios tiene de venta al público cuantos billetes necesitemos. Hay tantas paradas en nuestros viajes diarios como iglesias tiene Sevilla, que para eso es la tierra de María Santísima. Los autobuses ateos en mi ciudad van cortitos de gasoil. Será un suspiro. Ya verán. Lo que de verdad tiene importancia es la red de calles y avenidas que conocen bien la fe de un pueblo. Ocurrirá dentro de unos cincuenta días. No hace falta billete.
La cochera central de nuestra fe está en la catedral. Allí, delante de la conductora universal conocida como Virgen de los Reyes, tenemos garantizado el viaje a la felicidad. Dentro de unos días quedará aparcado el autobús ateo. Sus patrocinadores habrán gastado dinero. Nosotros suelas. De esparto. Quienes creemos en Dios estamos obligados a no echar más cuentas al autobús, si no es para desplazarnos por una ciudad que ama al Señor en todas las esquinas.
Circularán los autobuses ateos que invitarán a buscar una felicidad superficial, quitarán los crucifijos de las escuelas, de los actos oficiales. Se seguirá apartando a Dios de la piel de nuestra ciudad. Pero la piel es caduca. Se cambia, se quema, se modifica, se pierde, se arruga. Hay un sitio al que no llegarán esos mensajes. Al alma. El Señor lo tenía todo pensado. Incluso nos dio inteligencia para fabricar autobuses y ponerle mensajes ateos. Por cierto, los autobuses ateos que llevan a la felicidad son el 13 y el 14, que le dejan a uno en el Duque, a un pasito de San Lorenzo. Y aquí me bajo.

http://www.abcdesevilla.es/20090225/...902242332.html

Autocarros de que gostamos





As alternativas são infinitas com este "bus slogan generator", que nos possibilita largos momentos de boa disposição à custa da toleima do mundo moderno.

http://casadesarto.blogspot.com/2009...-gostamos.html

Si alguien fuera tan amable de traducir lo que dicen los carteles le estaría agradecido. No sé que quiere decir Complaining, obey, y nada del cartel del tercer autobus.

La tradición católica está de vuelta. Deje de quejarse y obedezca al papa Benedicto XVI.


La historia no es parte del dogma católico. Deje de quejarse y apoye al papa Benedicto XVI.


Si Williamson no sirve para ser obispo, ¡mucho menos sirven Kasper y Lehman para cardenales!