Re: Micros Ateos en Gran Bretaña y España
Iniciado por
Hyeronimus
Bueno, Valmadian, creo que entiendes lo que quise decir. Me refiero a una cuestión de actitud en cuanto a ciertos placeres que en tanto que no haya exceso no son malos en sí. Está clarísimo que tu caso no es el mismo. Precisamente por ser católico, apostólico y romano no eres tristón, sino toto lo contrario. Pero esa gente se suele tomar todo eso con una actitud muy mojigata y farisaica. Por eso encontraba chocante que fueran ellos precisamente los que llamaran a disfrutar de la vida en Cristo.
Por cierto, yo no fumo, bebo poco y no bailo nada porque soy pésimo para dar el más mínimo paso de baile. Y disfruto mucho de la vida.
Claro que entendí lo que dijiste, , pero me hizo gracia tu forma de evaluar a esta gente que serán lo que se quiera, pero ahí están dando la cara y haciendo lo que su conciencia les dicta como rectitud y, aunque fuera de la Iglesia, no se avergüenzan ni de Dios Padre ni de Jesús, Dios Hijo, y, obviamente, tampoco del Espíritu Santo. Ya veremos las reacciones entre los nuestros, y lo que puede llegar a ser hasta indignante: las reacciones de quienes representan a la Santa Madre Iglesia.
Un saludo en Xto.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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