Y se habla de intolerancia de la Iglesia Católica, como si la Iglesia fuera latigando y quemando homosexuales a diestro y siniestro, cuando lo único que ha hecho es reprender la conducta homosexual y decir que las uniones gays, no pueden ser llamadas matrimonios, como un perro no puede ser en la vida un gato, por mucho que te lo quieran vender. (Ahora que hagan el orgullo gay en la avenida principal de Teherán, a ver si son tan gallitos)
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