Respuesta: La "casita" de veraneo de "Félix-pillo"
Iniciado por
Anorgi
No se les pude negar que esta gente tiene un gusto “exquisito” para la buena vida. Sería curioso hacer una investigación sobre los bienes acumulados por los que han pasado por la política española, desde los concejales de ayuntamientos modestos hasta los presidentes del gobierno[/FONT]
Hasta la promulgación de la Constitución vigente, existía una norma que se llamaba "juicio de residencia", que se traducía en lo siguiente: toda persona al ser nombrada para ocupar un cargo público, tenía que mostrar cuáles eran sus bienes. Y una vez finalizado el mandato correspondiente, "más de lo mismo". Pero hubo un interés especial en derogarla, al igual que la norma del mandato imperativo, pues si no ¿a ver de qué iban ellos a "chupar del bote" si no podían ir improvisando según les conviniera?
En cuanto al tema, todavía no he conocido un sólo "sociolisto" con carguete, que no sea un sátrapa.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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