Respuesta: Se apagará la fe
La situación de la juventud actual es terrible y abominable. Las parroquias suelen estar bastante llenas los domingos y festivos de precepto, pero lo están de personas que ya han cumplido los treinta en adelante y, si acaso, de niños. Mientras, la ausencia de jóvenes es clamorosa.
Por contra, los llamados macroconciertos suelen presentar llenos de gente joven enloquecida completamente lobotomizada y alienada por unos sonidos que de música sólo tienen el nombre. Pero ¿cuántos macroconciertos se ofrecen simultáneamente cada vez?
Hay una manipulación de las imágenes y de la información que resulta clamorosa en cuanto cualquiera se aplica a querer ver las cosas en sus justos términos. Un argumento que suelo emplear cuando surge la ocasión, es decir, motivada por la creencia que muestran mis alumnos de que ellos y ellas representan el sentir del 99% de los jóvenes, es el que sigue.
Les planteo si admiten la posibilidad de que en Madrid (capital y comunidad) pueda haber unos 3.000 centros de juerga (discotecas, disco-pubs, bares de copas...etc) abiertos cada uno de los días de cualquier fin de semana. Esta cifra suelen admitirla fácilmente pues les suena importante, y lo cierto es que se aproxima bastante a la realidad.
Después les pregunto si admiten que pueda haber un promedio de unas cien personas por local abierto, considerando que en una discoteca se pueden reunir 500 y en un local tranquilo, así, de ambientillo, sean 20. También les suele parecer aceptable.
La cruda realidad se les presenta en el instante en el que les digo que eso representa que unos 300.000 individuos están de juerga en una comunidad con algo más de 6 millones de habitantes, lo que supone un apenas 5% de la población. Además, si nos atenemos a las cifras de cuántos jóvenes hay en dicho ente político-administrativo, veríamos que "los juerguistas despendolados" apenas sumarían un triste 20%.
¿Qué sucede entonces si resulta que en realidad la mayoría de los jóvenes no están en esas aparentes bacanales, pero tampoco se dejan ver por las iglesias? Desde mi punto de vista están ocupados en otras cosas que les interesan más. No me cabe duda de que muchos, y conozco unos cuantos, rechazan esa imagen de joven decadente, pasota, mugroso, drogata y botellonero, potencial delincuente y seguro fracasado social en pocos años. Pero también sufren la crisis de la fe propia de los años jóvenes. Esta sociedad con sus placeres, sus oportunidades y sus seguridades, no es nada segura para llenar el vacío de lo fácil e inmediato, pero son ellos quienes tienen que ir descubriendo las verdades de sus existencias. Cuantos hay que admiten creer en Dios, "pero es que la Iglesia y los curassss...". Y no es que en realidad los curas no sean capaces de llegar a transmitirles el Mensaje, es que no hay curas.
Por ello, sin caer en pesimismos ni ser moderadamente optimistas, hay que dejar que la semilla que cayó en buena tierra germine. Y, por otro lado, el momento histórico que vivimos sí que presenta rasgos apocalípticos, pero eso no es malo, al contrario, es esperanzador. No creer en tal posibilidad no se ajusta demasiado al Evangelio, y es que ciertas cosas han de suceder y en algún momento han de empezar, ¿por qué no en nuestro tiempo?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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