Cabello largo y barba

Re: Cabello largo y barba

Sería, en efecto, deseable no tener que llevar las cosas tan lejos, pero lo cierto es que se ha elevado a norma lo que no es "normal", es decir, lo chabacano y lo soez, porque nos olvidamos que junto a la imagen estética degradada está la degradación profunda del habla, de la expresión comunicativa, incluso entre personas de nivel social alto o entre otros que sueltan cualquier barbaridad en cualquier clase de "reunión importante".

Y es que las modas suelen ajustarse a los tiempos, no al revés como suele creerse. Sin embargo, también hay que aceptar algunas innovaciones, siempre que éstas sean lógicas y estén dentro del decoro y un mínimo sentido del pudor, la higiene y la decencia. ¿Qué diría alguien del S. XVI si nos viese con cuello de camisa y corbata en lugar de con una gola? O ¿qué gestos no haría viendo los puños de nuestras camisas por muchos gemelos que nos pongamos, en lugar de llevar puñetas?

P.S. Sr. Alacrán, ¿se anima usted a venir a la cena del día 23? o ¿es que los carlistas le producimos algún tipo de sarpullido?

Última edición por Valmadian; 02/10/2010 a las 14:20

"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47

Nada sin Dios