Todo en el Señor era mansedumbre, pero también dejó que su santa Ira tuviese rienda suelta en el Templo de Jerusalém. A mi particularmente siempre me ha llamado mucho la atención esa frase de "No penséis que he venido a poner paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada." (St Mt. 10-34)

Hay que suponer que está relacionada con "poner la otra mejilla", pero parece que es una advertencia y "cambiar de mejilla" un mandato...