Re: Movimiento estudiantil en Chile.
Iniciado por
juan vergara
Amigo Nicus:
Calma...
Tranquilo...
El problema es muy complejo y se las trae...
Hay que matizar...
O crees que con lo "privado y religioso católico", se soluciona todo...
Que va...
Amigo Juan:
Sé que el problema es complejo, pero ¿acaso existe algún movimiento estudiantil que no sea izquierdista? Yo no conozco ni uno.
Gracias a la dictadura comenzó a funcionar la primera universidad privada y católica de Uruguay: la Universidad Católica del Uruguay Dámaso Antonio Larrañaga (UCUDAL).
Durante el Proceso, la Universidad de la República (UdelaR) fue intervenida, porque la misma estaba alineada completamente al Pit-Cnt y su paro general contra la dictadura; los militares sabían bien que la Universidad era una cloaca de marxismo y por eso la intervinieron... Bien que nos hace falta ahora, que venga una buena dictadura e intervenga en la Universidad repleta de izquierdistas maricones y feministas. Además la educación es un desastre, puro psicoanálisis y falsificación de la historia, repetición de falsos dogmas y odio visceral a la Iglesia. Eso es el movimiento estudiantil; por lo tanto hay que exterminarlo, sin contemplaciones.
Para exterminarlo hay que:
1- Establecer un régimen autoritario de los nuestros.
2- Intervenir la UdelaR: las FF.AA. y además la Iglesia, esta vez. Terminar con la educación laicista.
3- Despedir a todos los profesores marxistas y judíos.
4- Prohibir toda expresión de ideas políticas marxistas en la UdelaR.
5- Cerrar todos sus gremios marxistas y acabar con la FEUU.
6- Expulsar a los "estudiantes" de pensamiento marxistas.
7- Así como ellos adoctrinaron con sus mentiras, adoctrinemos con la Verdad absoluta: acabar con el relativismo, transmitir el conocimiento escolástico. Censurar a todos los "filósofos" modernos, prohibir el psicoanálisis y el evolucionismo.
8-Poner todos los delincuentes presos; si no dan las cárceles, hacer nuevas (y que la construyan los mismos presos y ¡gratis!; como en la Utopía de Santo Tomás Moro: trabajo esclavo, ¿y qué?, son delincuentes; que paguen por lo que hicieron).
Para eso todo necesitamos un régimen autoritario, una vez más y esta vez sin cometer errores. Esta vez con todo; no dar ni un paso atrás. ¡NO parar hasta conquistar!
Luchemos hasta el final, como por ejemplo Gadafi (con el cual NO estoy de acuerdo) pero está mostrando valor, al resistir hasta el final (hasta ahora por lo menos, es lo que parece).
Para impulsar un régimen autoritario del Bien, entonces necesitamos un movimiento estudiantil de los nuestros; que vuelva una especie de JUP. Mientras ellos hagan paros, nosotros no, demósle la contra siempre, NUNCA le demos la razón (pues nunca la tienen), seamos intransigentes, no pidamos "perdón" por supuestos "errores". ¡Nosotros también tenemos caídos y tenemos memoria! No nos avergoncemos de lo que somos, salgamos del closet nosotros. ¡Qué sepan que existimos! ¡Qué sepan que aún hay gente que es consciente de la inmundicia que ellos son y representan!
“¡Ser condescendiente con ellos es de tontos! ¡Ellos quisieran que se los tratase con aceite, jabón y caricias pero deberían ser tratados con puños! En un duelo usted no mide la intensidad de sus golpes, usted simplemente golpea como puede. La guerra no se hace con caridad, porque es una lucha, un duelo. Si Nuestro Señor no hubiese sido duro, no nos habría dejado el ejemplo de esto. Vea como trató a los Filisteos, a los sembradores de errores, a los lobos con piel de oveja, a los traidores dentro del templo. Él los azotó con el látigo!" San Pío X.
Saludos romanos.
Última edición por Nicus; 26/08/2011 a las 19:47
Razón: Agregar letras
“Es ésta nuestra finalidad, nuestro gran ideal. Caminamos para la civilización católica que podrá nacer de los escombros del mundo de hoy, como de los escombros del mundo romano nació la civilización medieval. Caminamos para la conquista de este ideal, con el coraje, la perseverancia, la resolución de enfrentar y vencer todos los obstáculos, con que los Cruzados marcharon sobre Jerusalén. Porque si nuestros mayores supieron morir para reconquistar el Sepulcro de Cristo, ¿cómo no vamos a querer nosotros —hijos de la Iglesia como ellos— luchar y morir para restaurar algo que vale infinitamente más que el preciosísimo Sepulcro del Salvador, es decir, su reinado sobre las almas y sobre la sociedad, que Él creó y salvó para amarlo eternamente?”.
Plinio Corrêa de Oliveira.
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