Soberanía Nacional (y tiránica)




El principio de la soberanía popular, que es un principio ateo, es también tiránico porque donde hay un súbdito que no tiene derechos y un soberano que no tiene obligaciones, hay tiranía. Decía el Marqués de Valdegamas, “estad seguros de que el pueblo que se proclamó ayer soberano, escribirá hoy la tabla de derechos con tinta; pero la borrará mañana con sangre”. Se trata de la simple vulgarización del poder, que es la democracia política y social.

La soberanía nacional no puede fundarse en la obediencia, ni cuando desobedece, porque la soberanía no puede nunca fundarse en la insurrección. La idolatría de la civilización moderna y la libertad es el desenfreno de las pasiones populares. ¿No? Ecce Homo. Pío IX ya trajo el encargo de derrocar al ídolo y demostrar su engaño a las gentes: como lo hizo en la encíclica del 18 de marzo de 1861, condenando la civilización moderna por impía y usurpadora. La idea de fraternidad escrita en la bandera de los demagogos, trae su origen de la idea de la unidad del género humano, idea que no es demagógica, sino genesiaca: revelada al hombre por Dios, y que no ha sido inventada por aquél: no obstante, los demagogos se valen de ella como medio para seducir a los incautos, y por esto realizan ellos sus planes. La libertad se funda en el libre albedrío revelado por Dios al genero humano, por eso los ateos negando a Dios, niegan la verdadera libertad, y proclaman la licencia y el libertinaje.

DONDE QUIERA QUE EL HOMBRE OBEDECE A DIOS, HAY LIBERTAD Y DONDE QUIERA QUE OBEDECE AL HOMBRE, HAY SERVIDUMBRE. El Catolicismo quebrantó en el mundo todas las servidumbres. Siendo el hombre a un mismo tiempo corpóreo e incorpóreo, no puede ser completamente esclavo siendo católico, así como infaliblemente lo es en todos aquellos países donde el monarca reune las dos potestades (civil y religiosa), como sucede entre los protestantes, mahometanos, etc...y donde impera la revolución con la república o la democracia turbulenta (que es toda democracia moderna), es decir, DONDE SE PROCLAMÓ LA SOBERANÍA DE LOS ESPECULADORES DEL GENERO HUMANO.


LA LIBERTAD CATÓLICA es el resultado de la santa confianza que pone el pueblo en su príncipe, y del santo amor que pone el príncipe en su pueblo. La tan ansiada LIBERTAD REVOLUCIONARIA, no la quieren sino como medio para poderse remontar a la región altísima donde está la potestad suprema 'instrumentum regni': es decir, COMO HACEN CON LOS CANDIDATOS DEL PUEBLO; NO LOS QUIEREN MAS QUE PARA QUE LES SIRVAN DE INSTRUMENTO PARA ELLOS, Y HACERSE DUEÑOS DEL PRESUPUESTO, QUE ES SU FIN Y EL GOCE DEL DIOS DELEITE.


EL BANDIDO REALISTA