Por eso yo también sugeriría que, además de levantarle monumentos y estatuas en los parques a este Prefecto Romano de hace dos mil años, se le eligiera como patrón de muchos de los políticos y obispos "tan democráticos elos y tan modernos". Y propondría al PP que (sin variar las siglas de su partido) modificara, al menos, su nombre por el de este Prefecto de esa provincia romana de Judea, que tanto se les asemeja... Es una pena que la conferencia episcopal no tenga puesta tan a huevo sus siglas...
PONCIO PILATOS
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