Compartimos la condena hecha por el Presbítero Doctor José Alberto Espinosa (quien llegaría a ser Rector de la Universidad de Caracas en 1841 y Orador de orden en las exequias de los restos de Simón Bolívar en 1842) a filosofismo de la constitución liberal producida en 1830 y a la oligarquía “conservadora”:
“Por desgracia, había ya algún tiempo que, con aceptación funesta, corrían entre nuestros famosos hombres, que se creyeron de Estado, las doctrinas disolventes de los publicistas y economistas del siglo pasado, demonios encarnados que, habiendo desalojado de su corazón bajo el nombre de filósofos, todo sentimiento religioso, habían desalojado también todo sentimiento de humanidad, no quedando en ellos otra cosa de nuestra naturaleza que la figura, y aun esta misma, espantosa y formidable, solo representaban su infernal misión de aniquilarlo todo sobre la tierra (…) Alucinados nuestros ilustres políticos con el bello ideal de semejantes textos, son estos los que eligen y consultan con la mas ciega confianza, creyendo consumar con sus brillantes teorías, reducidas a la práctica, la obra inmortal de su dicha (…) ¡En vez del engrandecimiento que les figura su descomunal orgullo, es el verdadero resultado la actual desesperante situación en que se halla la República! (1)
En el mismo artículo Espinosa clamaba contra el materialismo y: “sus fatales principios que adoptados en su estricto sentido por nuestros incautos y bisoños estadistas, vienen obrando activamente nuestra desgracia desde el año 29” (1)
El artículo citado fue publicado en el periódico “El Patriota”, de manera póstuma, dicho periódico era órgano difusor del Partido Liberal, partido al cual el presbítero Espinosa estaba afiliado; situación aparentemente contradictoria pero muy común en un país como Venezuela donde los movimientos políticos no han sido eminentemente doctrinales. Encontramos mucho componente del clero venezolano afiliado en las filas del partido liberal debido a la falta de medios para el cual expresar el descontento contra la Oligarquía paecista, entre una de las razones de la presencia clerical en el partido liberal por la arremetida contra la Iglesia que ponía en práctica el gobierno, entre otros localizamos al Fraile dominico José Félix Ravelo (ultimo Vicario del Convento de San Jacinto, afectado por la supresión de conventos de 1837), Arcediano José Suarez Aguado, Presbítero José Nicolás Díaz, Presbítero Sixto Domingo Freites, Fray Ildefonso Aguinagalde, entre otros.
Laureano Vallenilla Lanz decía en el caso venezolano que:
“entre los liberales, se han contado católicos, apostólicos, ultramontanos, que han podido llevar con mucha propiedad el hábito negro de la Compañía de Jesús” (2)
Gran contradicción guardaba en su seno el partido liberal, ya que en este formaron parte fundacional antiguos partidarios del gobierno boliviano en Colombia, y antiguos edecanes del Libertador, quien no recomendaba formulas muy liberales para el gobierno, un paecista exiliado tras el triunfo de José Tadeo Monagas en 1849 escribía:
“La banda de Monagas y compañía estuvo matándonos y proscribiéndonos en tiempo de Colombia aquí y en Venezuela en nombre de la dictadura y del gobierno fuerte y vigoroso; y los pobres liberales derramaron su sangre en los patíbulos; y comieron el pan de la desgracia en el destierro por tenerse firmes contra todo aquello; y ahora esa misma banda ha tomado la libertad en los labios y la democracia por pretexto para matar liberales y proscribirlos de otra manera. Yo me acuerdo que todos esos caballeros o no caballeros que ahora dizque son sumamente demócratas en Venezuela, fueron en Colombia los de las actas de la dictadura, los aclamadores de la boliviana, los carceleros y verdugos de los liberales, y ahora echan de su lomo escama por la libertad y se engalanan con el nombre de liberales” (3)
No por nada vemos entre figuras prominentes del naciente partido liberal a bolivarianos como Mariano Montilla, Laurencio Silva, el Marques del Toro, José Félix Blanco, los Monagas, Carlos Castelli, entre otros más. Y también en la sección civil del partido liberal encontraríamos destacados estadistas de la talla de José Rafael Revenga, Francisco Aranda y el hacendado Tomas José Sanabria, hacendado que sería muy crítico de las leyes librecambistas y de la manumisión de esclavos. Así mismo están los casos de Juan Vicente González y Manuel Felipe de Tovar, jóvenes bolivianos exaltados y fundadores del partido liberal, quienes por tener conflictos personales con Antonio Leocadio Guzmán se pasarían a las filas de los oligarcas godos.
(1) Articulo póstumo del Presbítero José Alberto Espinosa, “El Patriota”. 28 de marzo de 1846. Citas extraídas de: Nicomedes Zuloaga, “Páez: estudio histórico político”. Impr. Bolívar (1897), pág. 100; Juan Vicente González, “La Doctrina Conservadora” Tomo I, Ediciones Presidencia de la Republica (1961), pág. 417.
(2) Laureano Vallenilla Lanz, “Críticas de sinceridad y exactitud”. Imp. Bolívar (1921), pág. 391
(3) “El revisor de la política y literatura americana” Curazao, marzo 31 de 1849, núm. 4, pág. 6
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Fuente
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