El problema no es la Lomana.
Las playas de la costa están llenas de señoras decadentes y mayores con ganas de llamar la atención, y con las domingas al aire y, fruto del softpower cultural, favorables al homosexualismo.
El problema es un partido que quiere que sea su representante en el Senado de los españoles.
Anotaciones de Pensamiento y Critica
Marcadores