Kontrapoder, eres un tipo fino, fino. Plenamente de acuerdo en el análisis.

De todos modos, a ese sector de "románticos" filonazis también les quedan cuatro telediarios a partir del momento en que el entorno "identitario" comience a vislumbrar un resultado electoral al que se pueda denominar como significativo.

Si observamos un poco el ámbito europeo occidental vemos, casi inmediatamente, que la premisa ineludible para tal explosión es el desmarque explícito de todo etiquetaje que les relacione con el neonacismo, antisionismo o como queramos denominarlo.

Ahora bien, es innegable que el planteamiento de crear algo con imagen de nuevo, desvinculado de referencias que la propaganda ha hecho identificar a las masas como negativo, tiene su lógica.

Palabras como "Carlismo" o "Falangismo" consiguen activar resortes diseñados para tratar de aplastarlas, como cepo mental instalado en cada uno de los subconscientes de las generaciones actuales de españoles.

La verdad, a este respecto tengo mis dudas. No lo se, aunque perfectamente se diferenciar continente de contenido. Creo que respecto al Carlismo podría conformarse a su alrededor una especie de anillo llamado simplemente "tradicionalista" que podría atraer perfectamente a sectores relativamente amplios de nuestras clases populares.

Puede que sea descabellado, pero si tengo clara una cosa es que el Carlismo necesita una forma de reconectar con el pueblo. Lleva demasiadas décadas recluído en élites familiares cada vez más minoritarias y recluídas en su doctrina. Puede llegar un momento en que se ahogue en su propia pureza y en la prosa de los matrimonios mixtos.


Cita Iniciado por Kontrapoder Ver mensaje
Efectivamente, se refiere al carlismo pero también al falangismo.

Los partidarios del FN creen que el éxito sólo se conseguirá con la "autonomía histórica", que consiste en no tener ningún referente histórico para evitar que el electorado los asocie con experiencias negativas del pasado. En España, dicha "autonomía histórica" pasa por no tener ningún trato con los partidos carlistas y falangistas y propugnar su disolución, por considerarlos un lastre que perturba la ruta triunfal de los partidos identitarios.

En la práctica, tengo comprobado que la "autonomía histórica", más que para prescindir del legado carlista y falangista, sirve para afianzar las raíces neonazis que sin duda tienen los que han acuñado dicha teoría (p. ej.: Ernesto Milá). No quieren saber nada de Mella ni de José Antonio, pero citan continuamente a ideólogos asociados con el nazismo. No quieren ver yugos y flechas, por la mala imagen que dan, pero en sus actos se ven cruces célticas, soles negros y esvásticas de forma más o menos disimulada.

No digo que sea el caso de Guillermo Rocafort, que por lo que he visto en otras intervenciones creo que está más cercano al sentir carlista y falangista, pero sí es el caso de los que han inventado esa teoría que, ingenuamente, ha hecho suya Rocafort.