En el 11M unas disgresiones sobre su monumento conmemorativo, expresión plena del Sistema que padece España
Se conmemora el décimo aniversario del mayor atentado que se ha efectuado en España
No voy a tratar aquí ni la autoría, ni las causas, ni la responsabilidadades, ni las consecuencias, ni las reacciones al mismo.
Me voy a centrar en el monumento que conmemora el crimen.
La posición oficial sobre el número final de muertos sería de 192, pero en realidad fueron 193 porque también fue asesinado un niño nonato en su tercer mes de gestación
El Monumento a las víctimas del 11-M se supone que es el homenaje oficial español a las víctimas y fallecidos de los ataques terroristas del 11-M en Madrid.
Por ello, por su caracter institucional, fue inaugurado por el Jefe del Estado, Juan Carlos Borbón
A la inauguración también asistieron diversas personalidades como Felipe Borbón, probable futuro Jefe del Estado y los entonces detentadores de la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; la presidencia de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, del Ministerio de Fomento, Magdalena Álvarez, de la alcaldía de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón y de la presidencia del Partido Popular, Mariano Rajoy
O sea, el Sistema en pleno
El monumento se encuentra delante de la estación de tren de Atocha, donde sucedieron parte de los ataques y se encuentra dividido en dos partes, una exterior y otra interior en la estación.
Por fuera, desde la plaza del Emperador Carlos V se puede ver una gran estructura de cristal. El monolito tiene una altura de 11 metros, y un diámetro de 9,5 metros. Desde el interior de la estación se accede a la parte inferior del monumento. Una gran sala azul recibe al visitante, que puede mirar hacia arriba cuando está debajo del monolito para visualizar mensajes en varios idiomas que se recogieron tras los atentados y que se han impreso en una gran burbuja de plástico que se encuentra en el interior del monolito.
Los perpetradores del proyecto del mismo fueron los miembros del estudio de arquitectura FAM.
Pero no le echen la culpa a los arquitectos.
Los que lo eligen (entre 289 proyectos, es decir tuvieron suficiente variedad para que lo que eligeron fuera reflejo de lo que querían) y son responsables del monumento (de pagarlo con los impuestos de los españoles, de que lo tengamos que sufrir los ciudadanos, porque se ponga en un espacio público, y de que sea legalmente el homenaje de la Nación española a la víctimas) son los políticos partitócratas, reflejo del Sistema
La imagen del mismo nos muestra un monumento, además de feo, opinión particular, muy significativo, al igual que el monumento a la Constitución, del Sistema: vacío.
El monumento carece de cualquier símbolo de transcendencia, mucho menos religiosidad, y, por supuesto cualquier signo cristiano, religión mayoritaria de las victimas y de la nación
Los cuerpos geométricos de ambos monumentos (cilindros, cubos), sin embargo si que recuerdan simbolismos de ciertas concepciones filosóficas presentes en el fracasado proyecto de la "Constitución europea" desarrollada por Giscard d'Estaing, y apoyada por el PP
Y, como imagen del Sistema, cuyo paradigma legal es la Constitución del 78, rompe con los contenidos de los tradicionales monumentos oficiales de la nación de homenaje a sus víctimas, como por ejemplo el Monumento a los mártires de la Patria en Zaragoza, siempre rematados con una Cruz
En la inauguración del monumento, como viene siendo habitual en el Sistema, y costumbre asumida de forma acrítica, incluso por los católicos, se guardó el canónico silencio que sustituye cualquier oración por el alma de la víctima, que en este caso fueron nada menos 3 minutos (lo que en la "liturgia" laicista del Estado juancarlista debe equivaler a todo un rosario).
Y el acto finalizó con la pieza musical El cant dels ocells de Pau Casals, que parece que se ha convertido en el equivalente laico, a modo del canto de la Salve (recuerdese el canto de la Salve marinera en los homenajes a los caídos en la Armada) a la Oración de los caídos en las conmemoraciones clasicas cristianas.
La estructura de este monumento no es anecdótico. Los monumentos que sirven de tumba o de homenaje a los caídos son muy definitorios de la concepción antropológica de un Sistema.
Así, frente a los monasterios y basílicas de los regímenes cristianos (p.e. El Escorial o el Valle) los llamas "eternas" y las paredes nominadas de los regímenes revolucionarios como la del Arco de París o el Memorial a los Veteranos de Washington D. C.
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