Declaración del veinticinco de mayo

Mayo 25, 2015

Junta Carlista del Principado
DECLARACIÓN DEL VEINTICINCO DE MAYO

Hoy hace doscientos siete años «deliberó la Junta con asistencia del Real Acuerdo, y por el que se celebró en el día de hoy, llevar á efecto el armamento del Exército Defensivo Asturiano, en obsequio de la Religión, de la Patria, y de la común felicidad».

La Junta Carlista del Principado, continuadora de la legitimidad de aquella Junta General (con la que nada tiene que ver el Parlamentín inventado en 1978) y de sus ideales (los de Dios, Patria, Fueros y Rey legítimo) tiene por costumbre emitir una declaración anual en esta fecha. La de este año no puede obviar que ayer se celebraron unas elecciones dicen que autonómicas, cuyos resultados dan algunos por novedosos. No lo son tanto: el Parlamentín en cuestión está formado por partidos políticos de siglas diversas, pero de considerable parecido en sus programas y en las ideologías que sustentan. Que en realidad no es sino una sola: la ideología de la posmodernidad, último vástago de las de la Revolución francesa que en 1808 intentaban imponer en España Napoleón y sus afrancesados.

Afrancesados son, pues, todos los partidos que se disponen a repartirse los despojos de Asturias. Europeístas, laicistas, divorcistas y abortistas; leales mamelucos del gran capital internacional. Mientras Asturias, y con ella España entera, no se sacuda el lastre de los partidos políticos, no podrá aspirar a la regeneración.

Vemos con esperanza cómo en las elecciones locales celebradas también ayer día 24, en varios concejos de Asturias han obtenido concejales candidaturas y agrupaciones independientes. Ese es el camino: apartar del gobierno municipal a esos partidos políticos inútiles, parasitarios, que dividen y no sirven, que usurpan y no representan.

En los albores de los siglos VIII y XIX, todo parecía perdido. Nuestros enemigos, mahometanos primero y europeos después (mahometanos y europeos, como ahora), eran la marea que anegaba la Cristiandad y amenazaba con tragarse España para siempre. Los asturianos de entonces reaccionaron: gracias a ellos seguimos existiendo hoy.

En esta segunda década del siglo XXI, ¿sabrán los asturianos actuales aprender del ejemplo de sus antepasados? Que el Espíritu Santo, en este tiempo de Pentecostés, así lo conceda.

Siempre presente el lema de nuestras banderas de mil ochocientos ocho:

ASTURIAS NUNCA VENCIDA



Oviedo y Mayo 25 del 2015
Las Libertades | Juventudes Tradicionalistas Asturianas