Al paso que van las cosas, Juan Manuel de Prada lo tiene cada vez peor. Con el lavado de cerebro tan brutal que rige, de aquí a pocos años, las nuevas generaciones no van a saber ni de qué habla ni a qué se refiere. (No olvidemos que, a falta de principios político religiosos intocables e incuestionables, el espectro medio de lectores al que él se dirige es el más propenso a acatar dictados políticos escurridizos, cínicos y volubles según convenga a los intereses de su... cartera)
Y lo peor es que además, el éxito de su carrera literaria acaba pagando los platos rotos de sus cuestionamientos políticos del sistema. Le va a acabar pasando algo parecido como a Ricardo de la Cierva: querer mantener su independencia le condujo fatalmente al aislamiento.
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