Re: Los decentes
A esta hora ya se saben resultados, alrededor del 50% de voto escrutado y:
Partidos Populacheros, ganan
España, pierde.
Un populacho sin ética, sin sentido de la moral, con una montaña de complejos de inferioridad en todo, nos trae estos lodos ofertados por una jauría de partidos hambrientos de poder y pasta, todos con soluciones a problemas irresolubles porque carecen de todos los términos precisos, pero es lo que los idiotas, es decir, cortos de entendimiento, llaman "la fiesta de la democracia". Más bien la orgía de los golfos en la corte de los milagros inexistentes. Esta España ingobernable, que cada día se acerca más a la del "36", sin haber aprendido nada de la historia ni de sí misma.
Queda la esperanza de que esto sea tocar fondo, pero yo que desde hace tiempo no me creo nada de lo que hace este populacho, no les voy a perdonar ni una, a ninguno, sea político, sea populacho a pie, ninguna. A ver si ahora y de una puñetera vez, ese remanente que queda de la verdadera España se pone las pilas y se moja el culo, porque ya va siendo hora. Sino habrá que ir preparando el certificado de defunción de esta nación.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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