El filósofo y sociólogo polaco de origen judío Zygmunt Bauman ha escrito bastantes libros sobre el tema, y es el autor de todas esas expresiones como "sociedad líquida", "modernidad líquida", "amor líquido" "miedo líquido", "vida líquida", etc. Para Bauman, modernidad líquida y sólida son el anverso y el reverso de una misma moneda. Emplea esas expresiones para evitar las ambigüedades del concepto de posmoderndiad. La modernidad sólida tendía a eliminar las incertidumbres, tener más dominio sobre la naturaleza y las personas, más burocracia, normas y leyes; cada vez más seguridad y orden en todo. Estas metas nunca se alcanzaron, porque siempre había minorías que no podía integrarse en este sistema. En la vertiente líquida de la modernidad todo fluye y no se solidifica, todo es más disperso. En la vida líquida, los pobres se sienten frustrados porque no llegan a integrarse en los esquemas comunes ni estar al nivel de los otros consumidores. En el amor líquido, las relaciones son esporádicas y fugaces. El miedo líquido porque se ha desmantelado toda la estructura que brindaba seguridad. Y en la moral líquida, no puede haber una moral posmoderna porque las ideologías han hecho imposible que se pueda alcanzar una verdad absoluta, y por tanto puede haber tantas morales como individuos.
Todo esto está resumido al máximo, pero creo que es evidente que aunque en algunos aspectos de su análisis pueda acertar, para un católico es una postura insostenible.
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