Tengo para mi que el meollo de lo que pasa en España está en que no existe autoridad alguna. El bochornoso espectáculo que la política nos ofrece es lógico, y es que no tenemos políticos, tenemos bufones jugando a políticos. Es que por mucho que el Jefe del Estado quiera mantener una pose de distanciamiento -más bien como si la cosa no fuera con él-, respecto de los gravísimos problemas nacionales, no ayudan nada las salidas de pata de banco de su mujer, la ex-periodista metida a "primera dama", Doña Letizia Ortíz, que un día llama "mierda" a un diario nacional, aunque sea de pasada a través de una llamada de teléfono móvil, lo que viene a ser algo así como usar un megáfono o señales de humo a lo apache, que la lía parda abroncando al comensal vecino de una mesa en el restaurante madrileño Carús, según afirma el periodista Jaime Peñafiel en LOC, ese suplemento rosa de El Mundo. Y es que levantándose con "regio" gesto, le prohibió que le hiciese una foto con su móvil. Nada sabia ella de lo que hacía el caballero, sólo de que tenía en las manos uno de esos cachivaches.
Pero es que en España aunque manda todo el mundo, nadie obedece. Y no puede ser de otro modo, cuando una jueza en excedencia monta un circo en el aeropuerto cada vez que va a tomar un avión desde Canarias, alegando que ella es una autoridad (diputada de PODEMOS) y que le tienen que poner la alfombra roja. O que, según ella muy experta en todos estos temas, otro viajero no puede llevar las maletas en un carrito a menos de doscientos metros de no se sabe donde. Claro que la confusión hoy es manifiesta, cuando no intencionada, sino véanse las imágenes de la periodista Isabel Durán hace tres días -o dos, cualquiera sabe, si da lo mismo-, en su programa de la mañana en 13 TV, llamando ¡fascista! a ese personaje patibulario que responde al nombre de Andrés Bódalo. Parece ser que la susodicha periodista del PP no se ha enterado todavía que mentir es pecado, y hacerlo a conciencia y desde una cadena propiedad de la Iglesia en España más todavía, pues a la mentira añade el escándalo entre quienes tienen sintonizado el televisor y saben lo que pasa en realidad, que la ínclita señora no quiere molestar a sus amiguetes del P$OE, C's y PODEMOS, que suele tenerr como contertulios. El bruto de Bódalo va con su gorra del revés en la que ondea ostentosa una estrella roja con una hoz y un martillo en el centro, vamos más comunista, marxista, leninista imposible. Pero la periodista pepera -es que se le ven las plumas más que a un grupo de sioux-, aparte de no saber mucho de política, aún sabe menos de historia. Todavía no se ha enterado que desde hace un siglo los marxistas-leninistas han perseguido y martirizado a la Iglesia Católica y a los cristianos allá donde han podido, mientras el gobierno fascista de turno en 1929 firmó los Tratados de Letrán con El Vaticano. O sea, la misma actitud.
Claro que para historia seguimos a cuestas con la desmemoria del borrado histórico de la barbarie roja, porque en el fondo en eso consiste tal actividad. Así, ese peculiar personaje que es la alcaldesa de Madrid pone al frente del chiringuito que tiene montado sobre el asunto a una señora llamada Paca Sauquillo. Abogada, activista de ultraizquierda en el PTE-ORT (maoístas y otras truculencias rojas varias, allá por finales de los "70" e inicios de los "80"), cristiana de base en tiempos del cura obrero, hermana de uno de los asesinados en Atocha -compañero de la alcaldesa-, pero hija rebelde de un teniente coronel fascista, y heredera de la mayor parte de los terrenos de los alrededores de Alcorcón y otras localidades limítrofes, que no han servido -¡no! para nada-, después para la especulación y el boom inmobiliario, vamos para el monumental pelotazo de bancos e inmobiliarias, algo que le costó a la muy adinerada señora roja, rojísima, lágrimas, lamentos y excusas en su día, tal como la Prensa más perra de aquellos años se encargó de restregarle por la cara (léanse cabeceras como en "El Imparcial" de entonces en la Hemeroteca). Y a ella, hoy mismo, en el "desinformativo" noticiario de TELEMADRID ya le han hecho la correspondiente propaganda acerca de su nuevo encargo, como militante socialista, y como "afectada" ideológica, -me huelo que si hasta ahora no han querido encontrar a Andreu Nin, ahora va a ser más complicado todavía-. Queriendo dar imagen de moderación, ha especificado que lo único que se busca es hacer "justicia", ¡válganos el cielo!, con los rojos que en aquellos años de guerra quedaron olvidados por la historia y la propaganda del bando vencedor. Habrá que preguntarle a la primera ocasión que se tenga -y en público que si no, no sirve-, si piensa hacer lo propio con todos los madrileños que pasaron por las 225 checas abiertas en Madrid, de las que unos 5.000 acabaron en Paracuellos, sobre todo aquéllos que salieron desde la Checa del Círculo de Bellas Artes de la calle de Alcalá.
No me cabe duda de que España necesita de un inmenso e intenso rearme moral, necesita asimismo de que vuelva a existir una autoridad nacional que ponga en orden las cosas y a cada cual en su sitio. No es que España necesite un caudillo nuevo, no, España necesita librarse de talibanes morales, de faunos rosáceos, de mentirosos compulsivos que viven y medran en el escándalo, y de bufones que sólo sirven para hacer gracietas.
Última edición por Valmadian; 04/04/2016 a las 23:37
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores