Re: Memoria histÓrica: La verdad que ocultan los rojos
Iniciado por
DOBLE AGUILA
A mí me parece muy natural, que en ese agujero llamado "Parlamento Europeo" se estreche la mano y de paso se le acaricie la bragueta al flamante expresidiario etarra apellidado Otegui.
Son cosas que tienen que ocurrir en la sede de la "Soberanía Popular" europea Valmadian; es natural que una Institución inspirada por la Revolución, se preste a ello y no pase nada, los bellacos se reconocen y se revuelcan juntos. Buena cueva de ladrones y masones, hogar de la mariconería internacional. Si éste fuera un país serio, lo acontecido sería motivo más que de sobra para que, en un visto y no visto, España planteara la salida de la Unión Europea (aunque sólo fuera por montar un pollo). .
La inmundicia no es que lo paseen por el "Parlamento Europedo", sino por Bruselas, escaparate ante el mundo del Averno y al tiempo un chupamierdas del Ayuntamiento de Madrid ladre que aún quedan algunos que niegan todas las barbaridades habidas y por haber y que jamás han existido, bueno si, del lado rojo, del lado de ese mismo hijo de puta. Y la exhibición la hacen con un sujeto genocida.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores