Certero y demoledor.

Así es, el identitarismo europeo -yo le llamo indigenismo europeo- como ariete de la Modernidad y la antitradición.

Ahí es donde se les ve el plumero.

Por cierto, llevo tiempo advirtiendo de futuros intentos de usurpación de la etiqueta "tradicionalista" por parte de los indigenistas europeos.

Ojo también a la evidencia. Solo se ha permitido emerger a este tipo de movimientos en Europa occidental previo filtrado del antisionismo que caracterizaba a sus minoritarios precursores.