Como siempre, los artículos de E.Arroyo son de primera actualidad, inteligentes y lejos de sectarismos.
Clinton, Obama y la bomba demográfica contra la identidad europea
La nueva Administración estadounidense se ha puesto en posición lewiskyana con el Gobierno del islamista Erdogan. En la UE -tampoco Rajoy y Zapatero en España- todos calladitos.
Escasamente hace una semana la secretaria de Estado de la Administración Obama, Hillary Clinton, ha anunciado la visita del presidente de los EEUU a aquél país para dentro de un mes. La cuestión es importante porque el gobierno turco ha ofertado a los norteamericanos su territorio para sacar a sus tropas de Irak. Pero no solo eso. Clinton ha alabado al gobierno de Erdogan y le ha propuesto como modelo del matrimonio ideal entre Islam y democracia. En consecuencia, parece que la Administración Obama va a apoyar la entrada de Turquía en la Unión Europea. Al parecer, la secretaria de Estado ha defendido la adhesión de Turquía a la Unión Europea porque, según dijo, "reforzará a la UE, a EEUU y a la OTAN" y el ministro de Exteriores turco, por su parte, defendió que EEUU y Turquía "comparten unos mismos valores y una misma visión".
Los chicos de Obama consideran que 70 millones de ciudadanos turcos convertidos en europeos son una buena aportación a nuestro acervo cultural. Así, Berlín ya no tendrá que ser más la capital con mayor número de habitantes turcos después de Ankara; ahora también podrán serlo Madrid, Roma o Dublín.
Que el enemigo histórico secular de Europa pueda conquistar Viena por su potencial demográfico desbordante no parece preocupar a Obama ni tampoco -no nos engañemos- preocupa lo más mínimo a nuestros políticos que, desde Rajoy a Zapatero, matizan solo ligeramente su apoyo a la entrada de Turquía en la UE.
Pero si bien la posición al respecto de la izquierda es comprensible, por su trayectoria plagada de traiciones a los intereses seculares de los pueblos europeos, resulta más bien chusca la tibieza de los "centristas", "demócratas" y "liberales" que llaman descaradamente al intervencionismo en guerras absurdas como Irak, y que llenan páginas con mentiras para propiciar un clima favorable a la intervención militar de Washington en Irán. En los EEUU el Partido de la Guerra se reagrupa.
Hace bien poco, en The Weekly Standard, Elliot Abrahams, ex miembro de la Administración Bush, hacía coro a Bibi Netanyahu, apremiando a Obama para que descartara cualquier acuerdo de paz en Palestina. Al parecer, "el conflicto palestino-israelí es parte de una lucha más amplia en la región por el poder y el extremismo iraní. Las retiradas israelíes corren ahora el riesgo de abrir la puerta no solo a los terroristas palestinos sino también a los testaferros de Irán".
Además, hace escasamente dos semanas, los titulares de las grandes cadenas comenzaban a reiterar una propaganda sospechosa. Según rezaba un titular de CNN, Iran ready to build nuclear weapon, analysts say (Irán está listo para construir un arma nuclear, dicen los analistas). Para Los Angeles Times, "Iran has enough uranium to make a bomb" (Irán tiene suficiente uranio para construir una bomba). Parece inevitable que un nuevo eje del mal, compuesto por Hamas, Hezbollah y Siria, se convierta en el nuevo supervillano a batir. Se ve venir la insistencia mediática global en hacer de Irán una potencia en persecución frenética de armamento nuclear. Y si no, al tiempo.
Curiosamente, ninguno de estos medios, que quieren hacer de una nueva guerra con Irán el sine qua non de nuestra política exterior, parece darse cuenta de la obviedad de que Occidente convivió cincuenta años con el riesgo de los misiles soviéticos. Una potencia militar de primer orden como la URSS, que además era una amenaza subversiva y política formidable, no pudo con la política de contención de la OTAN y finalmente fue derrotada. No se ve por qué la disuasión, que funcionó con la URSS, no va a funcionar con Irán en el supuesto -del que hasta ahora no hay ni una sola evidencia- de que desee convertirse en potencia nuclear.
Por otro lado, estos mismos señores, siempre prestos a defender Occidente por la vía de la injerencia militar en guerras absurdas, se muestran obtusamente incapaces de comprender que el futuro de Occidente no se está decidiendo en Asia Central, sino más bien en la frontera del Río Grande, en el flanco mediterráneo de Europa y, en general, en los aeropuertos de nuestras capitales, por donde todos los días entran miles de personas inasimilables, con las que a menudo solo nos une el idioma, que albergan en su seno un rencor anti-occidental y que son incapaces de reconocerse en nuestra historia y en nuestro pasado.
Ahora, con el apoyo de la administración Obama a una Turquía en la UE, los afanes por destruir Europa mediante la poderosa bomba demográfica adquirirán un nuevo impulso. Nadie parece darse cuenta de que Occidente debe presentar batalla solo en aquellos lugares en los que se juegan intereses vitales -como en la cuestión demográfica- y, sin embargo, no debe embarcarse en guerras innecesarias, capaces de empantanar nuestras economías y nuestra política exterior a miles de kilómetros de una frontera que nadie busca hacer segura.
Como siempre, los artículos de E.Arroyo son de primera actualidad, inteligentes y lejos de sectarismos.
Bueno, dentro de unas décadas en los USA la lengua mayoritaria será el español. Los anglosajones serán minoría, luego ellos también probarán su propia medicina.
"De ciertas empresas podría decirse que es mejor emprenderlas que rechazarlas, aunque el fin se anuncie sombrío"
La bomba demográfica también la practicaron los gringos en territorios mexicanos, hasta que le robaron más de la mitad del territorio, como más de dos millones de kilómetros cuadrados. En ese sentido, ojalá nuestros hermanos mexicanos puedan recuperar sus tierras, y como dice Reke Ride, están probando de su propia medicina.
El tema no está sólo ahí, que para mí desde luego es motivo de alegría, que hispanos recuperen tierra hispana, como lo sería el de unas Malvinas argentinas. El tema está en que, por ejemplo, leyendo los artículos de E. Milá sobre las varietés de la ultraderecha, tiene una parte importante de razón: En su experiencia, dice que los magrebíes nos ven como cobardes y débiles, y que toda chica blanquita debe casi por obligación sentir una irrefrenable pasión sexual hacia el moro de la morería. Pensemos y meditemos en esto, aunque parezca simplón....
"De ciertas empresas podría decirse que es mejor emprenderlas que rechazarlas, aunque el fin se anuncie sombrío"
Que en los USA en el futuro hablen castellano millones de panchitos es una desgracia. Querrá decir que los blancos de origen europeo (anglosajones,alemanes, eslavos, españoles, etc) son minoría.
Pues yo, que no soy racista (lo cual no quiere decir que no encuentre muy preocupante la sustitución demográfica que se está dando en Europa), me alegraría de que en el territorio de los actuales EE.UU. el español volviera a ser el idioma más hablado o casi. Y también me alegraría que se corrigiera la injusticia que cometieron allí los anglosajones cuando hicieron una sustitución demográfica y limpieza étnica sin precedentes. Es más, esos "panchitos", como los llama, tienen mucho de nuestra cultura hispánica y la mayoría siguen siendo católicos. Para mí, la situación no es comparable a la de Europa, y viene a ser una reparación histórica. Sería, dentro de ciertas limitaciones, una recuperación para la Hispanidad de aquellas tierras usurpadas y robadas a México.
Última edición por Hyeronimus; 15/04/2009 a las 02:49
Podría estar de acuerdo contigo en muchos contextos, menos en ese. Los "blancos" (si es que eso significa algo) de EE.UU. se merecen eso y más. Aunque sólo sea porque se lo han provocado ellos mismos, pero también porque se lo han hecho a muchas etnias y pueblos en muchos lugares del mundo.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
El racistoidismo barato es lo que tiene....Además es que yerra hasta en el enfoque: Que en el caso, los inmigrantes no son los hispanoamericanos, sino al contrario. Que les fueron arrebatados más de 2 millones de kilómetros cuadrados, es decir, más de la mitad de su territorio. Una tierra hispana y católica. ¡ Y encima se considera desgracia la expansión de nuestra lengua en un territorio donde siempre se habló hasta la invasión yanqui ! Lo que es el partidismo cerril motivado por un materialismo antihispano
También será una desgracia que el español se hable en Gibraltar y en las Malvinas, en eso no caía
Amigo Ordoñez:
Una cosa es el racismo versus xenofobia, digamos a nivel de populacho y cacareado por el Sistema multiculturalista actual, otra cosa es el racialismo, el cual es siempre interesante, y por supuesto sin caer en su idolatría como materialismo biológico.
Al respecto, le aconsejo desde un punto de vista "espiritual", el libro de F. Schuon, "Castas y Razas", donde se nos ofrece una visión diferente del asunto, sin caer en el materialismo biológico excesivo, como por supuesto nada tiene que ver con el multiculturalismo extermindador de las identidades de los pueblos...
Curioso apunte cuando quien llevó el multiculturalismo a la zona fue el Gran Gringo, en una zona que era hispana y católica. Y que ojalá un día vuelva a serlo.
La (re)difusión de nuestra lengua en una tierra donde siempre se habló nunca será una calamidad, sino al contrario.
Por otra parte, pareciera que el inglés en Yanquilandia sólo lo hablan los blancos....
Última edición por Ordóñez; 23/04/2009 a las 17:39
Lo importante, es que sean cristianos, y que latino america recupere el territorio robado por los useños.
Llevas razón disculpas
Sí que lo sé Josean, disculpa si di a entender mal. Aunque tampoco lo aprecio como un " rasgo determinante ". Simplemente quise poner en frente a Ogmios sobre " lengua inglesa=blanco ", " lengua española=no blanco " como si eso fuera la raíz del tema. A estos extremos lleva el ideologismo racistoide.
Yo no soy optimista en este asunto. A mi también me gustaría que se volviese a hablar español en esas tierras novohispanas, pero seamos realistas, las segundas generaciones ya no hablan español o lo hablan pésimamente. Difícil es que el español arraigue de nuevo mientras el inglés siga siendo la única lengua vehicular. Un mejicano y un puertorriqueño puede que hablen entre ellos en español, pero ningún yanki o chino-estadounidense aprenderá español para comunicarse con ellos. El español se irá perdiendo de nuevo a medida que se reduzca la inmigración hispana. Nadie habla ya italiano ni alemán en EE.UU. a pesar de las millones de personas de orígenes italiano y alemán...
Más probable es que en Puerto Rico se llegue a hablar exclusivamente inglés con algún palabrejo castellano que en California o Tejas se llegue a hablar español de manera general.
¿Entonces qué quieres? ¿Que el castellano no se hable en EEUU?
Déjame decir que aquí en Los Angeles hay un "panchito", por lo menos, que lo seguirá hablando (aunque te parezca ser una "desgracia" ).
No te preocupes por eso hombre. Esos mismos blancos se saben defender. Ellos mismos son los que permiten la inmigración de los "panchitos".
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores