Me parece muy acertado el artículo, así como las matizaciones que introduce Trifón. Con esto de la guerra contra el islam, se nos están colando ideas perjudiciales en el ámbito patriótico. Cuando ves que supuestos tradicionalistas defienden el bikini como rasgo identitario europeo, o incluso sacan la cara por unos nudistas que fueron increpados por musulmanes, entiendes que algo muy gordo está fallando. Pero esto es sólo un ejemplo. Hay gente que, en nombre de la guerra contra el islam, asume la defensa del feminismo y del homosexualismo, o te habla con horror de la "sumisión" a Dios y dice que la religión (incluida la cristiana) debe quedar relegada al ámbito privado. Al final te das cuenta de que su oposición al islam no es por la religión cristiana que a veces invocan, sino precisamente por su irreligiosidad, que les lleva a ver como enemigo mortal a cualquiera que se oponga al "american way of life". Aunque de vez en cuando dejen caer algún ramalazo antisemita, toda esta gente acaba simpatizando con Israel de una otra forma, lo que muchas veces se traduce en el peregrinaje para recibir la bendición de los líderes del Likud y quién sabe si otro tipo de apoyo.
No sé cuál es la orientación política del autor del artículo. La crítica del apoyo a regímenes laicos quizá la hace porque para muchos es una manera de ir contra el islam y fomentar la impiedad entre los musulmanes. Por ejemplo, hay gente que apoya a Assad, no tanto por creer que garantice la seguridad de los cristianos mejor que otros, sino porque tiene la extraña idea de que Assad va acabar con el islam. Lo mismo ocurre con el apoyo que algunos prestan a Irán, que creen que es la mejor manera de debilitar el islam y sumirlo en una guerra interna, como expresaba Carlos Esteban en un maquiavélico artículo.
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